Sapere aude es una locución latina acuñada por Horacio y que popularizó Kant, que significa «atrévete a saber». Es el lema de muchas universidades, y también el subtítulo de la secuela de Merlí, la serie de TV-3 que puso de moda la Filosofía y que ha regresado a las pantallas esta semana con un toque más maduro y nuevo protagonista, pero no a la cadena autonómica catalana, sino a Movistar+. La ficción es, además, la primera producción en catalán de la plataforma de Telefónica.

Pol Rubio (Carlos Cuevas), el alumno predilecto del controvertido profesor interpretado por Francesc Orella, coge el relevo de su mentor y centra la trama de esta ficción, enfocada en su paso por la universidad, donde, cómo no, empieza a estudiar Filosofía. Afectado todavía por la muerte de Merlí, Pol tendrá que encontrar su sitio en un espacio donde ya no ejerce el papel de líder, como en el instituto. «La serie es una oda a la duda, el error y la reflexión, y eso está en Pol», afirma Cuevas sobre un personaje que considera que es ahora «más maduro y vulnerable y sigue en construcción».

En las aulas universitarias encontrará pronto a un nuevo referente, la catedrática de Ética María Bolaño (María Pujalte). Sus clases no tienen nada que envidiar a las ingeniosas lecciones que impartía Merlí, con el que comparte la «incorrección política», aunque la relación con los alumnos será más distante.