La nueva subasta de renovables para la instalación de hasta 3.000 MW se celebrará el próximo 17 de mayo. El día 11 de este mes los participantes deben haber entregado toda su documentación. Se tratará de una puja competitiva, del régimen retributivo específico para instalaciones de tecnologías renovables. Para poder participar en la subasta, las instalaciones deben ser nuevas y deben estar situadas en la península.

La asignación del régimen retributivo específico será mediante una subasta en la que participen las distintas tecnologías renovables en concurrencia competitiva, de tal manera que resulten adjudicadas las instalaciones más eficientes en costes.

España, donde la actividad de las energías renovables se encuentra muy parada, alcanzó en el 2015 un 17,3% de consumo de energías limpias sobre el consumo de energía final. Para alcanzar el objetivo europeo fijado para España en el 2020, que es de un 20% de energía renovable sobre el consumo de energía final, «se hace necesario fomentar la introducción de nueva capacidad renovable en el sistema eléctrico», según el Ministerio de Energía.

Esta subasta para introducir nueva energía renovable en el sistema eléctrico español, permitirá aumentar la competencia en el mercado y la penetración de más energías renovables así como reducir la dependencia energética del exterior.

Desde la Asociación Empresarial Eólica (AEE) aseguran que el sector eólico se encuentra paralizado no sólo en Castellón, si no en toda España desde la Reforma Energética. «En los últimos tres años, sólo se han instalado en el país 65 MW eólicos, frente a los 2.334 MW del trienio anterior», explican desde el colectivo. De hecho, la regulación que se dictó en el 2013 dejó en el aire los 10.000 Mw adjudicados en concursos autonómicos y no instalados, de los que alrededor de 4.000 Mw ya se han anulado.

Respecto a la subasta, desde AEE consideran que, aunque la convocatoria de la subasta es una buena noticia porque debería poner fin a la parálisis del sector, el diseño es mejorable, además de excesivamente complejo. «Una subasta diferenciada por tecnologías hubiese sido la mejor forma de cumplir el principio de neutralidad», sentencian.