La falta de coordinación de acciones conjuntas entre la Generalitat, la Diputación y los ayuntamientos dificulta la lucha contra los mosquitos en la provincia.

La Generalitat ya anunció hace unos meses que realizaría un trabajo junto al ente provincial, pero el proyecto todavía no se ha definido. El presidente de la Diputación, Javier Moliner, emplazó al Gobierno valenciano, en julio del año pasado, a que cediera la competencia y les autorizara para poder abordar junto a los ayuntamientos la problemática de los mosquitos a través de un plan integral de tratamiento para toda la provincia y, así, evitar la situación que se vivió en verano del pasado 2015. Una cesión que todavía no se ha producido.

Mientras, la Diputación se encuentra inmersa en la configuración de un plan antimosquitos. “Estamos reuniéndonos con los ayuntamientos, concejales y técnicos”, explica Mario García, diputado de Desarrollo Sostenible. “Nosotros hemos triplicado la inversión para luchar contra esta plaga, con 400.000 euros”, manifiesta. Ahora, la Diputación espera reunirse a principios de febrero con la Generalitat “para ver con qué medios cuentan y comenzar a realizar un plan conjunto”, esgrime García. Una acción que requiere “de esfuerzo por parte de la Conselleria porque es un problema sensible en el que hacen falta medios”.

Con todo, García explica que este mes pretenden “acabar todas las reuniones con los municipios, ya que el plan se tiene que llevar a cabo lo antes posible”. “Queremos comenzar ya con los tratamientos de larvicidad”, dice.

CONSISTORIOS // Varios de los consistorios de la provincia han garantizado una partida para la lucha contra los mosquitos, a la espera de que la Generalitat y Diputación se pronuncien. Es el caso de Castellón, que destinará más de 80.000 euros, aunque aseguran que aún no han establecido qué medidas tomarán. “La voluntad es que se sumen esfuerzos entre las administraciones”, manifiestan. Algo que comparte el Ayuntamiento de Orpesa, donde “el problema es complejo y requiere de una actuación conjunta entre el municipio, la Diputación, la Conselleria y los expertos”. “Es un tema de salud pública y de imagen turística”, revela el concejal Tomás Fabregat. “Orpesa pondrá el dinero que haga falta cuando la Diputación nos informe de qué presupuesto es necesario”, manifiesta.

También Antonio Romero, concejal en el Ayuntamiento de Nules, se muestra preocupado con esta plaga. Su consistorio invertirá 18.000 para los primeros seis meses del año. “Esperamos que la Diputación nos otorgue las subvenciones que anunció para la segunda mitad del año”.

Romero explica que en playa de Nules hay muchas zonas inundables, susceptibles a convertirse en focos de mosquitos. Asimismo, la concejala en el Ayuntamiento de Benicàssim Vanesa Batalla revela que no tienen “noticias de que se vaya a realizar un plan conjunto”, por lo que ya han contratado un servicio para todo el año. Por su parte, el municipio de Burriana ya ha aprobado una partida de 18.000 euros porque “no nos podemos esperar más”, explica el concejal del área Manel Navarro. “Hay una total descoordinación con la Diputación. Nos tienen abandonados”, sentencia.

El Ayuntamiento de Vila-real también ha reservado una partida “a la espera de que la Diputación dé el primer paso”. “Si en febrero no se ponen en contacto con nosotros, iniciaremos las actuaciones”. “En enero y febrero vamos a revisar en qué zonas hay larvas de mosquitos”, dicen desde el Ayuntamiento de Almassora, un municipio que iniciará el tratamiento de larvicidas el próximo marzo y que se prolongará hasta noviembre. Una previsión generalizada ante la dificultad de un plan conjunto. H