El aforo actualizado para la campaña citrícola conocido este lunes rebaja aún más la producción --hasta el 42% en el caso de la clemenules--, pero los altos precios de la fruta en el campo no logran compensar la brutal caída de la cosecha, de modo que los agricultores mantienen su situación de descapitalización en la provincia.

La revisión del documento de la Conselleria mantiene la previsión inicial de un descenso de la producción global de los cítricos del 33,2% en la provincia en relación a la campaña precedente, al tiempo que eleva la reducción de la clemenules del 39,1% al 42% (- 181.450 toneladas); y fija en el 45% la disminución de la recolección de Orogrande, que cae en 16.700 toneladas; mientras que las naranjas, que suponen menos del 30% del conjunto de la cosecha castellonense se mantienen en el entorno de un recorte ligeramente superior al 19%.

Desde las organizaciones agrarias, tanto el presidente de Fepac, José Vicente Guinot, como el secretario general de la Unió de Llauradors, Carles Peris, coinciden en señalar que el alza de las cotizaciones hasta niveles inéditos desde hace años no ha sido suficiente para compensar la gran merma de la fruta recolectada.

Guinot, quien valoró esta campaña como «positiva en casi todos los aspectos», con «precios altos y sin dificultades para el cobro» añadió que «lo único negativo ha sido el descenso de la producción que, además, no es homogéneo, sino que varía incluso por parcelas, sin que se vea con claridad la causa de que ocurra así».

Aseveró también que «el incremento de los precios no ha llegado a compensar, aunque también es cierto que esta campaña no está teniendo nada que ver con la pasada, que fue tan mal».

En todo caso, el representante de Fepac expresó su «preocupación» porque los problemas de fondo persisten. Apuntó que «no hay que perder el norte y seguir luchando por cambiar» asuntos como los acuerdos comerciales de la Unión Europea con países terceros o la competencia desleal por el uso de fitosanitarios que aquí están prohibidos.

Todavía menos

Por su parte, Carles Peris, coincidió con Guinot al valorar que las rentas finales de los agricultores castellonenses no reflejarán las cotizaciones elevadas de esta temporada, y alertó también del problema que supone la merma de cosecha --que califica de «histórica» y estima más allá del 50% y muy por encima de las estimaciones de la Conselleria-- para rentabilizar el esfuerzo que el sector hace para abrir nuevos mercados cuando la producción es más elevada.

En cuanto a lo que queda de campaña, Peris apuntó que se esperan buenos precios para las variedades que resta por recoger aunque la merma es menor. Es el caso de las clemenvillas (0,30/0,47 euros/kilo); la hernandina (0,36/0,47); la híbrida tardía tango (0,70/0,90), o bien las naranjas grandes como es el caso de las lane late y navel tardía, en el entorno de 0,26/0,40 euros/kilo.