El president de la Generalitat, Ximo Puig, señaló ayer que la nueva fiscalidad a los envíos de residuos a vertederos no tendrá una gran afección al sector azulejero «ni a la competitividad de un sector» al que vienen «apoyando de manera palpable». El jefe del Consell señaló que en breve se verá cómo se articula esta tasa para que la industria asuma estas obligaciones de la mejor forma posible.

Puig recordó que desde su gobierno se viene apostando «de forma clara» por el sector azulejero y puso como ejemplo la puesta en marcha del plan Renhata, para obras de reforma del interior y mejora de la accesibilidad de las viviendas en la Comunitat, o las negociaciones llevadas a cabo en el marco de libre comercio con Canadá, a través del plan Ceta, con el que se pretende abrir el sector al mercado americano.

«Nuestro apoyo al azulejo está fuera de toda duda», esgrimió el president, quien anunció que ahora tratarán «de dar contenido y ajustar la medida siempre contando con el sector», como siempre lo han «hecho», manifestó ayer martes durante una comparecencia en Castellón.

CRÍTICAS DEL PP // Para el PP, su portavoz de Economía, Rubén Ibáñez, señaló que esta medida supone «penalizar» al sector productivo por «el afán recaudatorio del Consell». Ibáñez recordó que se trata de una industria que crea empleo de calidad y reprochó que se haya cursado por la vía de enmienda y sin contar con unos informes previos.