Castellón encara 21 días sin ocio nocturno, con toque de queda de la hostelería para la 1.00 horas (y un turno menos de cenas) y sin tabaco en las terrazas (una decisión adoptada por el propio sector para evitar malentendidos sobre la distancia permitida de los dos metros y sanciones). Las restricciones de Sanidad, consideran, son la «puntilla» para una temporada de verano ya de por sí atípica por el impacto negativo del coronavirus en las reservas.

Los empresarios de Castellón critican que este plan para frenar los rebrotes antes de la vuelta al colegio les llega de nuevo, solo a ellos y «sin preaviso», y justo en el momento álgido del remate de temporada de agosto. Reclaman un rescate económico de las administraciones y anuncian acciones legales «inmediatas» para suspender cautelarmente unas medidas que suponen otro «mazazo» para un sector estigmatizado. En el horizonte más inmediato ya divisan los nada deseados despidos y una fuerte caída de la facturación.

Desde otra patronal de hostelería castellonense, Ashocas, su presidente, Álvaro Amores, reafirma que «el sector de la provincia de Castellón está muy molesto con el recorte horario y, de nuevo, la falta de preaviso. Se pierde todo un turno de trabajo de noche en plena campaña de verano». «Aún no hemos previsto protestas, pero si hay movilizaciones nacionales, nos sumaremos», añade.