Con desconcierto, impotencia y expectación. Así aseguran familiares de los usuarios de la residencia Sant Llorenç de Vila-real haber recibido el anuncio del cierre de las instalaciones que, de no revertirse, se producirá el 15 de septiembre. Algunos afectados explican a Mediterráneo que el viernes recibieron una llamada de la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas advirtiendo de que debían sacar a sus ancianos del centro debido a la clausura del servicio. «Conselleria no nos ha dado ninguna alternativa, tenemos que buscarla nosotros», lamentan los allegados de los internos (en este caso con plaza privada), quienes alertar de la dificultad de encontrar vacantes en otros centros, más en la situación de pandemia sanitaria actual. Desde la Generalitat sí se habrían comprometido a mantener las prestaciones, por ejemplo las concedidas en situaciones de dependencia, pese al cambio de residencia.

EVITAR EL CIERRE / Los responsables de Sant Llorenç, indicaron los familiares, les hicieron llegar un mensaje de WhatsApp en el que aseguraban que el centro no iba a cerrar pero «eso no nos tranquiliza», aseguraron. Según fuentes consultadas por Mediterráneo, desde la dirección del centro se ha remitido un escrito a los trabajadores en la misma línea y asegurando que se les informará puntualmente del avance del caso. Es decir, que lucharán por evitar la clausura temporal durante un año y que cuentan con el apoyo del Ayuntamiento, entre otros motivos, por la ejemplaridad durante el covid-19 al no notificar ningún positivo. Si se irían en breve quienes tienen una plaza pública, cerca de una quincena de personas, que podrían derivarse a centros como el de Virgen de Gracia, en la calle Ermita, uno de los centros más castigados por a pandemia. El problema sería reubicar al casi medio centenar de usuarios restante, algunos con dolencias que dificultan estar en casa sin atención profesional.

Desde la dirección del centro declinaron realizar declaraciones hasta tratar la situación con los servicios jurídicos y emplazaron a dar explicaciones en unos días. Con todo, desde el entorno del centro geriátrico apuntaron que se ha hecho llegar a los trabajadores un comunicado al respecto.

El Ayuntamiento expresó su «solidaridad» con las familias. Fuentes municipales apuntaron que la decisión de cierre se deriva de «un expediente sancionador incoado en marzo del 2019 por la Dirección General de Personas Mayores» que podría haberse iniciado después de una inspección realizada a este centro y tras la caída, sin mayores, de una usuaria.