Otros 30 ciudadanos de Vila-real llegados de diferentes países y de otras autonomías españolas han concluido una nueva edición de los cursos de valenciano elemental que desde hace casi 17 años organiza de manera ininterrumpida la Concejalía de Normalització Lingüística.

Perder el miedo a hablar

Y ya son unas 300 las personas que han participado en los cursos de Valencià elemental per a nouvinguts desde que arrancó esta iniciativa, en el año 2002. Convocatoria que, según su responsable, Mónica Soler, tiene como objetivo que los alumnos «se familiaricen con la lengua y empiecen a utilizarla».

«Hay gente que encuentra muy útil aprender valenciano, especialmente, quienes trabajan cuidando a vecinos mayores, se dedican a tareas de limpieza de casas o tienen hijos en edad escolar», explica Soler. Y añade que con este tipo de actividad «quienes vienen de otros lugares empiezan a ser mucho más tolerantes con el valenciano y entienden que se utilice en el día a día, en familia o en eventos y que se trata de uno de los dos idiomas oficiales de la Comunitat».

El concejal del área, Pasqual Batalla, agradeció la implicación de los asistentes a la hora de iniciarse en la lengua propia de la localidad, que han conocido a través de este curso --desde hace tres años es intensivo, con clases dos días a la semana-- y les invitó a participar en el Voluntariat pel Valencià, que arranca en una nueva campaña a principios del próximo mes de marzo, «y que les permitirá poner en práctica los conocimientos adquiridos y lanzarse a hablar en valenciano», destaca.

Procedencia

Argentina, Brasil, Colombia, Cuba, Venezuela, Marruecos, Argelia, Cerdeña, Macedonia o Rumanía son los países de procedencia de buena parte de los alumnos de este ciclo, a los que se suman ciudadanos de otros lugares de España, como Badajoz, Cuenca, Jaén o Zamora.