Casi 30 fueron los actos celebrados ayer, e incluidos en el programa oficial, en el marco de las fiestas que la ciudad celebra en honor a la Mare de Déu de Gràcia. Y aunque el más emblemático fue la tradicional Nit de la Xulla, hubo otros que también acapararon la atención de participantes y de vecinos en general.

Y es que, una vez más, la plazoleta de la iglesia arciprestal fue el escenario elegido para celebrar la quinta edición de la Trobada de Gràcies. Un evento que reunió a una docena de mujeres que tienen el honor de llevar el nombre de la patrona de Vila-real.

Por otra parte, la torre anexa a la iglesia arciprestal también fue ayer protagonista en la ya tradicional Pujada al Campanar que organiza la Junta de Festes y que permite a los ciudadanos conocer las entrañas de esta edificación y contemplar, casi a vista de pájaro, el casco urbano de la ciudad y buena parte de la comarca de la Plana.

Una subida a la que no faltaron la reina de las fiestas, Silvia Cantavella, y las damas de su corte --Marta, Rut, Belén y Sara--, así como, entre otros ediles, los responsable de Fiestas, Javier Serralvo; y de Transparencia, Álvaro Escorihuela.

Un trofeo de petanca, las actividades para los más pequeños con Jugant, Jugant, las vaquillas en la zona de cadafals, la inauguración de una exposición en la sede de las purisimeras en recuerdo de Concha Beltrán o la actuación de la Coral Sant Jaume en una abarrotada plaza Major completaron una jornada en la que, de nuevo, la participación vecinal fue determinante. H