El Ayuntamiento de Vila-real pretende aprovechar el nuevo contrato de gestión de los residuos urbanos y de limpieza diaria, que arrancará en agosto del 2021, para implantar un sistema con tarjeta personalizada para controlar la deposición de las basuras.

La intención del consistorio es empezar su instalación en los nuevos contenedores de materia orgánica, como ya se ha hecho en otras ciudades españolas y europeas. Este sistema facilita una ficha ciudadana individualizada con la que poder abrir la tapa de los depósitos inteligentes y tirar pequeñas bolsas que contengan únicamente materiales compostables, como restos de comida.

Este nuevo método permitiría, según detalló el concejal de Servicios Públicos, Francisco Valverde, «mejorar la gestión y aumentar exponencialmente el reciclaje de todos los materiales». El edil aseguró que con este sistema «el consistorio pretende aprovechar las nuevas tecnologías para construir una ciudad inteligente y hacer más eficiente la gestión y el tratamiento en este campo».

Esta iniciativa innovadora se engloba dentro del compromiso que la ciudad adquirió en primavera con la empresa china Huawei para implantar la inteligencia artificial y convertir a Vila-real en un experimento para implementar avances en áreas como servicios públicos o movilidad y desplegar la conexión 5G y el big data Así, se podrá controlar el tratamiento de las basuras, que no podrán depositarse si no son las adecuadas, y se vigilarán con cámaras las deposiciones fuera de los espacios indicados.

Estas iniciativas complementarán a los chips ya instalados en los contenedores que indican su porcentaje de llenado para que cuando llegue al 75% pueda ser retirado. Sobre este último proyecto, el edil comentó que «se podrá mejorar mucho la eficiencia, ya que cambiaremos el sistema de recogida desde el actual, en que los camiones tienen un recorrido fijo sin importar el nivel, a los del futuro, en que se personalizará para actuar más según su estado antes de que rebosen».

El alcalde, José Benlloch, indicó que esta «será una medida para el futuro, ya que la Unión Europea pretende que en 2030 solo se desperdicie el 10% de la basura que generamos, ahora estamos en el 50% y solo con la tecnología lo podremos conseguir».

precedentes / Esta tarjeta ciudadana ya se ha implantado en otras grandes poblaciones de España como Gijón, Sevilla o Palma. En la Comunitat Valenciana el primero fue Alcalà de Xivert, en el que cada usuario registra las cantidades que recicla en los contenedores inteligentes y solo con el chip del Consorcio Castelló Nord se puede depositar.