Puede que el capitán del Villarreal no haya estado en cuerpo en la última temporada y media por culpa de los problemas físicos encadenados desde el final de la Liga 2016/2017, pero Bruno Soriano sí está completamente volcado en alma con el club «más importante y el único» de su vida futbolística. La difícil situación del Submarino en la Liga y los últimos acontecimientos vividos en la entidad amarilla, con la recuperación para el banquillo de Javier Calleja solo 50 días después de su destitución antes del final de la primera vuelta, han hecho reaccionar también al de Artana. Reacio a salir a la palestra hasta que no estuviera completamente recuperado —algo todavía pendiente de fecha por culpa de «una molestia en el tendón rotuliano de la rodilla izquierda», explica el mediocentro—, Bruno se ha visto en la responsabilidad de poner voz a la situación el equipo para reclamar la «unidad» que el Villarreal necesita para reaccionar en las últimas 17 jornadas de Liga.

Como ya se encargó de dejar claro Fernando Roig a principios de semana, tras confirmar el regreso de Calleja, el capitán de la plantilla empieza por la base de que los futbolistas deberán ir todos a una con el entrenador restituido. «A Calleja le he visto, incluso, con más fuerzas y ganas que en su primera etapa. En su regreso sabe que tiene mi apoyo y el de todo el grupo. El míster es el que más ganas tiene de sacar al Villarreal de la situación en la que se encuentra y los futbolistas estamos a tope con él», refrenda la voz más autorizada del vestuario groguet, que también recalca que tanto equipo, como club y afición deben tener ahora más claro que nunca cuál es la prioridad.

LA EXPERIENCIA DEL 2012

«Todos somos conscientes de la situación en la que estamos. No podemos pensar en otra cosa que no sea salvarnos... y ya veremos cómo nos van las cosas la próxima temporada», señala el centrocampista de 34 años, cuya experiencia como parte integrante de la plantilla del último descenso a Segunda A es un plus para el resto del equipo, compuesto en su mayoría por jugadores que «no están acostumbrados a desenvolverse por la zona baja de la tabla». «No estoy aquí para decirles cómo deben jugar sino para intentar ayudar a los más jóvenes, pero la experiencia del otro descenso debe servir. No nos puede volver a pasar y la salvación tenemos que construirla entre todos, entre toda la familia del Villarreal», insiste Bruno, que esta temporada está dispuesto a unirse al brindis de José Manuel Llaneza, el longevo vicepresidente que ayer quiso estar al lado del capitán en la sala de prensa de la Ciudad Deportiva y que «celebra cada año llegar a la puntuación que asegura la permanencia» en la máxima categoría.

EL EJEMPLO A SEGUIR

Bruno Soriano incide en la importancia de la afición amarilla, cuya reactivación en la última temporada en el infierno de Segunda fue clave para regresar a la élite por la vía rápida. Tras unos años de acomodamiento, acostumbrados a cinco clasificaciones seguidas para las competiciones continentales, ahora la reactivación desencadenada tras una mala primera parte de temporada y el consiguiente peligro de descenso debe ayudar a superar la actual crisis. «Los aficionados se han dado cuenta de lo que hay y van a volcarse», recalca el de Artana, que espera que este domingo la grada grogueta vuelva a volcarse como en el último partido en casa ante el Athletic. «Si el partido ante el Espanyol de este domingo empieza torciéndose espero que la reacción de la grada sea animar todavía más», reclama Bruno.