El Villarreal empezó la fase 2 del protocolo de vuelta a la competición con absoluta normalidad y con 32 futbolistas entrenando a las órdenes de Calleja. El técnico amarillo estuvo ayer viernes desde primera hora de la mañana (8.30) para recibir a Chackla y Rubén Peña, primeros en llegar a la Ciudad Deportiva de Miralcamp, hasta que concluyó la última sesión de trabajo. Los jugadores se fueron distribuyendo en el campo 1 y en el Mini Estadi, donde entrenaron de forma individual hasta seis jugadores. Cada sesión duró una hora y los futbolistas realizaron por la tarde otra en sus respectivos domicilios. Una agenda que repetirán durante el fin de semana, y descansarán el lunes.

Se ponía fin de este modo a 56 días de inactividad, puesto que la última sesión de trabajo fue el jueves 12 de marzo.

Un delegado de LaLiga supervisó durante toda la mañana que se siguiese el protocolo. Y casi como si se hubiese dictado al pie de la letra, se cumplió fielmente hasta la última coma.

Los jugadores fueron llegando uno a uno a las instalaciones, con sus guantes y sus mascarillas. Todos venían desde sus domicilios con la ropa de entrenamiento y se fueron directos al campo sin pasar por vestuarios.

Por supuesto, ya en el terreno de juego los únicos que iban ataviados con los elementos para evitar el contagio eran los miembros del cuerpo técnico, Javi Calleja, Quique Álvarez y el preparador físico José Romero.

Los futbolistas podían tocar el balón y hacer ejercicios con él, pero sin interactuar con sus compañeros, tal como estaba establecido. En esa misma línea los guardametas tampoco pudieron hacer ejercicios de portería.

La nueva normativa para este final de Liga permite la inscripción de hasta 30 jugadores, en lugar de los 25 habituales. Por ello, Calleja echó mano del filial y durante este periodo de tiempo dispondrá de ocho chicos del B, de los cuales seis serán inscritos para jugar los once partidos finales. Los refuerzos del Villarreal B son los laterales Andrei Ratiu y Migue Leal; los centrocampistas Lozano, Iván Martin, Baena y Ramiro Guerra, este convaleciente de una lesión; el portero Filip Jorguensen y el delantero Fernando Niño.

La mayoría de ellos ya han disputado minutos con el primer equipo, incluso alguno ha sido titular como es el caso de Niño.

SE MARCHARON SIN DUCHARSE

A pesar de la inactividad, los jugadores mostraron un buen estado de forma y no se ha detectado en la mayoría un aumento de peso. En algunos casos, incluso, se registró una pérdida de kilos en la báscula respecto a la época preconfinamiento.

Los jugadores iban abandonando las instalaciones a medida que concluían su trabajo y se marchaban a sus hogares vestidos con ropa deportiva y sin ducharse para evitar pasar por vestuarios y minimizar el riesgo de contagio. Recogían su ropa del día siguiente en una bolsa y hoy repetirán el mismo protocolo en la segunda sesión de trabajo.

Hubo risas y buen ambiente a pesar de la situación de anormalidad. Es el primer paso para la vuelta del fútbol, algo con lo que sueñan que llegue pronto.