El último baile habla de aquello por lo que vale la pena vivir, de lo que a veces perdemos por el camino, de cómo poder convivir con la ausencia de lo que nos hace feliz. Habla de cómo, por un seno o por un no, la vida se convierte en otra cosa. Del éxito o fracaso, las dos caras de la misma moneda. Y de cómo tenemos en nuestra mano el timón por rehacer continuamente nuestra vida.