¿Fresa o fresón? El 99% de las ocasiones, fresón. Aunque pertenece a la misma familia botánica son muy diferentes. La fresa es mucho más pequeña y aromática, sobre todo, si es silvestre. Su sabor nos recuerda a los chicles o caramelos. Es roja por fuera y blanca por dentro y es muy perecedera. Mientras que el fresón es un híbrido obtenido por botánicos del siglo XVIII, es un cruce de diferentes especies, más grande y más resistente a los golpes que la delicada y fragante fresa. De hecho, la fresa es muy difícil de encontrar, a excepción de la tradicional y distintiva fresa que viene de Aranjuez.

propiedades // Cabe destacar que las fresas son muy poco calóricas, muy ricas en fibra, saciantes e ideales en dietas para perder peso. Además, son ricas en vitaminas del grupo B, ácido fólico y poseen una considerable cantidad de vitamina C. Esta fruta solo se recoge en primavera y es muy delicada. Es más, solo puede venderse en los mercados locales porque se estropea con mucha facilidad con el transporte.

Hay que adquirir esta fruta en el mejor momento de maduración, ya que la fresa o el fresón no maduran después de haber sido recolectadas; esto es más fácil si se acude a productores de proximidad o se cultivan de forma personal. En las tiendas del Mercado Central de Castellón se pueden encontrar fresas de gran calidad.

Por otro lado, todos los fresones que vemos en los mercados no son iguales. Hay unas mil variedades, pero en España solo podemos comprar unas 20. El fresón de Huelva es la variedad más cultivada y ocupa prácticamente el 90% de todo lo que se vende en territorio nacional. No obstante, las cultivadas en la comarca del Maresme también tienen un gran valor gastronómico. Hay que señalar que en cada zona se cultivan diferentes variedades y destacan las pequeñas producciones que hay en Galicia, Asturias (Candamo), Canarias, Extremadura, Cádiz y Málaga.

degustar // La mejor forma de conservarla más tiempo es mantenerla en la nevera o en un lugar fresco, oscuro y ventilado. Hay que evitar que estén muy juntas unas de otras, así aguantan durante una semana. Finalmente, cuando se vayan a degustar, conviene limpiarlas con agua sin cortar el tallo ni las hojas. H