El pasado viernes 29 de noviembre, en el Restaurante Instinto Carnívoro tuvo lugar una gran cata de la emblemática bodega jerezana González Byass. La evento tuvo dos pases, uno a la hora de comer y otra por la noche; ambas colgaron el sold out, muestra de la expectación que generaba. La cata estuvo presidida por dos embajadores de González Byass: Antonio Flores, Enólogo de la bodega, Máster Blender y considerado el mejor enólogo del mundo, y Juanma Terceño, Sumiller Principal de González Byass.

El evento comenzó de pie, con la cata de un vermut y diversos vinos. El Vermut fue Vermouth La Copa Reserva, respecto a los vinos probamos en primer lugar dos de Denominación de Origen Vinos de Jerez, Palo Cortado Leonor y Amontillado AB. Posteriormente degustamos tres grandes tintos con los que trabajan desde González Byass, de D.O.P. que se sitúan más allá de su frontera jerezana: el primero fue Beronia 198 Barricas de la Denominación La Rioja, un vino que envejece en una selección de las mejores barricas, durante 24 meses. Más tarde completa su crianza durante dos años en botella, consiguiendo el correcto equilibrio. El segundo vino fue Beronia III A.C., muy intenso en nariz con notas minerales y balsámicas, en boca equilibrado y fresco, toques de fruta y cacao. El último tinto fue Blecua 2013, un vino muy intenso en nariz con recuerdos a tostados o crema, en boca es muy especiado, con matices lácteos, de fruta roja y caramelo.

La cata estuvo acompañada por una serie de degustaciones que preparó Juan Traver, chef de este templo cárnico: degustamos Jamón Ibérico de los Pedroches, Carpaccios de Angus, Pato Mulard y Cerdo Ibérico, un Steak Tartar y cabeza de Jabalí. A la cata le siguió una cena, las preparaciones que acompañaron al vino tinto fueron unos callos vegetales, una tarrina de foie con toques de pistacho y un canelón de rabo de toro con crema de cebollitas. El postre fue un bocado de turrón con crema pastelera de naranja y tierra de chocolate, el cual fue maridado por un Noé, un vino emblemático de González Byass y de Jerez, donde la uva Pedro Ximénez se convierte en el mejor broche para esta gran cata.

Más allá de lo gastronómico, me gustaría destacar y agradecer el trabajo que llevan a cabo Juan Traver y Adriana Albero (su mujer y compañera al mando de Instinto Carnivoro) para confeccionar este tipo de eventos. En este caso han conseguido traer a Castellón al mejor enólogo del mundo, quien nos trasladó, de una forma emocional sublime, hasta las mismísimas soleras de la Bodega González Byass.

Con esta gran cata, Instinto Carnívoro pone de nuevo a Castellón en el mapa gastronómico de nuestro país, combinando los míticos vinos de González Byass, que sin ninguna duda es uno de los mejores baluartes del patrimonio gastronómico de España, con las carnes de Instinto. Un restaurante en el que Traver cada día nos sorprende con nuevas preparaciones, y tras el éxito de esta cata nos confiesa que siguen trabajando para sorprendernos con nuevos eventos en los próximos meses.