Una representación de la esencia mediterránea: así define su público al Restaurante La Marina. Ubicado en una zona privilegiada del Grao de Castellón, el espacio gastronómico pretende transportar al comensal a un 'eterno verano', algo posible gracias a los sabores típicos de las costas castellonenses que caracterizan sus creaciones culinarias.
Con una apertura en 2007, La Marina cuenta con un equipo de ocho profesionales del sector que trabajan para dar el mejor servicio a través de una variada carta, con platos elaborados en base a productos frescos de los mares de la zona y de su propia huerta en temporada, cocinados siempre con aceite ecológico de su propia cosecha. Las elaboraciones se centran en arroces o pescados a la brasa, con platos como el rodaballo al estilo "Guetaria" como estrella de la casa, aunque también hay espacio para los amantes de la carne.
"Para nosotros lo principal es que los clientes disfruten de la variedad, frescura, calidad y presentación de nuestros productos, procurando en todo momento hacer todo lo posible para que se sientan como en casa", explica Julia, encargada del recinto y parte del equipo La Marina. De esta forma, desde cocina priorizan la total dedicación a sus comensales, por lo que también disponen de opciones veganas, así como otras alternativas ante cualquier tipo de alergia alimentaria.
El sabor de los platos no es lo único que destaca, ya que los cocineros trabajan para que su presentación deje un recuerdo en los comensales, con platos con detalles fuera de lo común que pueden encuadrarse dentro de la alta cocina.
La profesionalidad del espacio gastronómico se complementa con las recomendaciones que el personal realiza en torno a su amplia carta de bebidas, con una bodega que cuenta con varias denominaciones de origen y diferentes tipos de cerveza que forman parte de la enorme variedad de productos de Estrella Galicia que completan la oferta del restaurante.
Ambiente único
Su amplia terraza cuenta con vistas a la dársena del puerto y una capacidad para 100 personas. Este espacio está acondicionado a la perfección para el disfrute del mar durante todos los días del año, por lo que dispone de amplios espacios que pueden ser reservados para comidas privadas, lo que sitúa al restaurante como la opción idónea para la celebración de reuniones de empresa o de grupos para cualquier época.
La atmósfera del espacio es única. El restaurante ofrece una experiencia que va más allá de una simple degustación de platos y busca crear un ambiente en el que el comensal pueda trasladarse a un momento de puro relax mientras disfruta de la brisa marina y las magníficas vistas del recinto. Además, especialmente en verano, este ambiente se refuerza con música en directo.
Tal es su magia que desde sus inicios ha sido protagonista de grandes eventos como bodas, comuniones y bautizos. "Nuestro trato familiar y atento hace que nuestros clientes se sientan como en casa, algo que se refleja en la gran fidelidad de nuestro público, quienes siempre vuelven a elegirnos", explican. Algo que les anima a seguir mejorando en producto y atención al cliente, detalles que a fin de cuentas definen al recinto: un lugar idílico los 365 días del año.
