El plato más típico en los restaurantes de Castellón es la paella. No lo decimos nosotros, que también, sino que lo dijeron los miles de lectores de este periódico a los que se les preguntó por esta cuestión. Cuando hablamos de las tapas más típicas de la provincia, entre las más solicitadas debe estar por derecho propio sin ningún lugar a dudas una de las formas más sabrosas de preparar el tubérculo estrella de la gastronomía patria: las patatas bravas.
A continuación los lectores podrán votar por el mejor restaurante de la provincia de Castellón para degustar este exquisito manjar. Para hacerlo solo tienen que introducir el nombre del bar o restaurante, junto con la localidad en la que está situado (imprescindible para que el voto sea contabilizado). De forma opcional pueden incluir el porqué de su voto. Una vez recopilemos todas las opiniones serán publicadas y se realizarán reportajes a los restaurantes ganadores:
El secreto de unas buenas patatas bravas
Sin querer influir en la opinión de los lectores, el cocinero más mediático de la provincia de Castellón, que atesora aproximadamente un millón de seguidores en sus perfiles de Instagram, Tik Tok o Youtube, nos ha querido dar su opinión sobre este plato tan demandado como tradicional. Hablamos de Roberto Bosquet, conocido en redes como Chef Bosquet, y que ha abierto ya varios restaurantes por toda España. Sobre las patatas bravas, el vila-realense confirma lo siguiente: “Unas buenas patatas bravas deben tener una buena salsa, nada de prefabricadas, y una patata crujiente por fuera, cremosa por dentro y nada aceitosa”.
A la hora de preparar la salsa, Chef Bosquet apuesta por “un alioli casero por un lado, y una salsa de tomate con un poco de picante, que conseguiríamos con picante y pimienta. Mezclando ambas salsas ya se quedaría una textura inmejorable”. El prestigioso y mediático cocinero, jurado de concursos como Master Chef y autor de tres libros, también desvela cómo preparar una buena patata: “Yo apostaría por un tamaño grueso. Para conseguir que se quede crujiente por fuera y cremosa por dentro la cocería ligeramente y luego ya las freiría”. El de Vila-real considera que “es preferible servir las patatas bravas con una buena salsa que con dos diferentes” como realizan en algunos restaurantes.
Las patatas bravas no es un aperitivo tan típico de Castellón como pueden serlo los ximos, rosquilletas, coca de tomate… pero sin duda es uno de los más pedidos por los castellonenses. Su origen parece que se enmarca en Madrid por la década de 1960, aunque a día de hoy es fácil encontrarlo en prácticamente toda la geografía nacional, y nuestra tierra no es una excepción como bien sabrán nuestros lectores.
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