Congelar los alimentos que estimamos que no vamos a consumir en un plazo razonable de días es una costumbre muy extendida en los hogares españoles. El congelador permite, en la mayoría de los casos, poder conservar durante un largo periodo de tiempo muchos productos, así como también almacenar alimentos para evitar tener que hacer la compra día a día, como sería aconsejable.

Pero cuidado con lo que congelamos. Aunque la gran mayoría de alimentos, frescos o cocinados, permiten que se congelen para su conservación sin riesgos para nuestra salud, hay otros cuya congelación está totalmente desaconsejada por los expertos, y ya no por suponer un riesgo, sino porque pierden su sabor o su textura original.

Hacemos un repaso por los 9 alimentos que no conviene congelar nunca.

1. Alimentos con grasa

La grasa tiene una congelación extremadamente lenta y a una temperatura muy baja, por lo que corremos el riesgo de que se enrancie. Jamones, carnes, embutidos... son algunos de estos alimentos que no conviene congelar, ya que el deterioro de la parte grasa puede afectar al resto. Si no hay más remedio que congelar jamón mejor que retires antes la grasa.

Una pata de jamón 100% bellota. EPC

2. Huevos

Los huevos se mantienen en el frigorífico, pero nunca en el congelador, por lo menos enteros. Sin embargo, fuera de la cáscara las claras congelan muy bien y es una buena forma de aprovecharlas para futuras recetas.

Huevos INPROVO

3. Fruta

En el proceso de congelado es posible que cambie su textura y su aspecto. Mejor utilizar fruta fresca y de temporada. Un par de excepciones: los frutos rojos y el plátano son frutas que toleran más o menos bien la congelación. El resto de frutas, no queda bien al descongelar. En caso de seguir optando por congelarla: lavar bien, pelarla y picarla en trozos, guardándolos en bolsas de congelación.

El aporte calórico y de vitaminas de la fruta es siempre el mismo

4. Patatas guisadas o cocidas

La patata no resiste nada bien la congelación: Queda con una textura mala, se deshace y pierde sabor, ya que la fécula se deshace al congelar. Incluso en recetas que congelan bien, como las legumbres, se recomienda sacar las patatas antes de congelar. Si quieres congelar patatas para freír, pélalas, pícalas y fríelas unos tres minutos sin que se doren. Escurre y seca antes de ponerlas en una bolsa de congelación.

Ensalada de patatas HAOLIANG

5. Quesos

El queso se puede congelar, pero una vez descongelado se desmorona al cortarlo y pierde sus propiedades. Si es para cocinar se puede congela sin problema. Si es para comerlo en bocadillos o tacos, cortarlo en cuñas y laminarlo o cortarlo en cuadraditos antes de congelar.

Varias clases de queso Freepik

6. Verduras crudas

Aunque es frecuente congelar espinacas, guisantes y casi cualquier verdura que después vamos a cocinar, ya sea en el horno o en guisos o cocciones, las verduras que se comen en crudo como el tomatela lechuga y cualquier otra hoja verde no quedan bien tras pasar por el congelador ya que la temperatura las deja blandas y sin gusto.

Lechuga

7. Tartas y pasteles

Hay tartas heladas, que se comen frías, casi sin descongelar, pero las tartas caseras que comemos habitualmente basadas en un bizcocho, un relleno y una cobertura, no quedan bien tras el proceso de congelación y descongelado.

Tarta de chocolate

8. Arroces y pastas cocinados

Si congelamos una receta de pasta ya cocinada o uno de nuestros arroces preferidos veremos que pierde textura.

La paella valenciana, uno de los platos de la gastronomía española más internacionales. JL BORT

9. Platos con mayonesa, nata o salsas

Las elaboraciones con mayonesa, allioli u otras salsas emulsionadas o que incorporan nata no son buenas amigas de la congelación, ya que se pueden cortar. La bechamel pierde textura pero aguanta mejor.

Morteros con allioli