Dos pueblos de Castellón entre los 100 que 'National Geographic' recomienda visitar en 2024

La revista de viajes ha publicado el listado de localidades españolas que merecen una parada

Una portada de 'National Geographic'.

Una portada de 'National Geographic'. / Mediterráneo

La revista National Geographic, una referencia para aquellos que buscan planificar desde vacaciones hasta planes de fin se semana, acaba de publicar, concretamente el pasado 15 de marzo, su ya tradicional lista de 100 pueblos de España que merecen una visita en este 2024, los "más bellos" según el criterio de la prestigiosa revista.

Son varios los aspectos que tiene en cuenta la publicación para hacer esta exclusiva selección. Por una parte, se valora "el esplendoroso pasado" de estos municipios, así como "su comunión con la naturaleza o su impecable arquitectura, en ocasiones reconocida por la Unesco". Detalles que convierte en "maravillas en miniatura" estos puntos de la España rural.

La provincia de Castellón no podía faltar en este ranking, situando a dos de sus poblaciones entre estos 100 pueblos más bellos de España. Aquí te presentamos las dos joyas castellonenses elegidas por 'National Geographic' y la valoración que la revista hace de ellas.

Morella

"Cuando el escritor Vicent Andrés Estellés describió Morella lo hizo con la piedra como motivo central. Aparece insistente entre los versos de Document de Morella haciendo honor a su ubicación a los pies del Parque Natural dels Ports, al promontorio en el cual reposa, a su castillo y a sus impresionantes murallas. Con casi dos kilómetros de baluarte, dieciséis torres y seis portales, no cabe duda de que este pueblo del Maestrazgo es un enclave especial.

Ya lo fue para los primeros pobladores que pasaron por aquí y en sus faldas pintaron escenas de caza rindiendo culto a la vida, en lo que hoy son las pinturas rupestres de Morella La Vella. Más tarde, los íberos se asentaron en el cerro, donde se escucha el eco de los romanos y de Hispania, de Al-Andalus y las taifas, de la Corona de Aragón y los templarios, de pugnas dinásticas, revoluciones, invasiones y guerras.

La historia ha construido la Morella actual, en la que el castillo racima a su alrededor un centro histórico donde varias iglesias abren sus puertas al visitante. Descendiendo por las angostas callejuelas, se suceden casas solariegas y palacios entre restaurantes, bares y tiendas antes de alcanzar las murallas, las torres y los portales.

El acceso principal al pueblo se hace por las Torres de San Miguel, donde se encuentra una exposición de juegos tradicionales, aunque también se puede entrar por el Portal de San Mateo, el del Rey y el del Consell. Cerca de esta última torre se halla uno de los tesoros mejor guardados de Morella: el Jardín de los Poetas, que homenajea a grandes figuras de la poesía como Vicent Andrés Estellés".

Peñíscola

"Visto desde el mar, el núcleo antiguo de Peñíscola parece un islote. Y lo fue en el pasado, cuando los temporales borraban la estrecha franja de arena que lo conectaba con tierra firme. Desde lo alto de la peña sobre la que se erige la ciudad, el castillo templario domina la bahía de Peñíscola y el horizonte azul. Construida entre 1294 y 1307, esta fortaleza fue la residencia y biblioteca extraordinaria del papa Luna –Benedicto XIII por la Iglesia de Aviñón–, desde 1411 hasta su muerte en 1423. 

Al otro lado se abre un núcleo abigarrado de callecitas que desembocan en escaleras o frente al mar y, de vez en cuando, en una placita como la de San Roque o la del Mercado. El paseo de Ronda, en la parte alta de las murallas de la plaza Santa María, ofrece vistas de las playas que abrazan el peñón, la Nord y la Sud.

Otro mirador magnífico es el parque de la Artillería, desde el que se contempla toda la bahía. Aquí se ubicaban los cañones de la fortaleza y ahora se extiende un jardín botánico con palmeras, matas de espliego y flora del litoral castellonense".