Ascensión Figueres ha recorrido una larga trayectoria política antes de llegar a la presidencia de la Acad¨mia Valenciana de la Llengua. Vecina de Nules, casada y con dos hijos, entró en la vida pública como edil popular en su municipio. Desde allí pasó a ser diputada provincial para, más tarde, convertirse en parlamentaria en las Corts. Su labor en el PP la llevó a su secretaría provincial, cargo que abandonó para asumir, hace tres años, la presidencia de la AVL.

Filóloga de vocación y gran amante de la lectura, sus compañeros y amigos la consideran una "persona entregada a su trabajo, sensible pero enérgica cuando hace falta". Un talante necesario cuando la institución que preside, que hasta ahora había sido prácticamente una balsa de aceite, con buen entendimiento con Josep Palomero, hombre del PSOE en la Acad¨mia, tiene que tomar una decisión a la que se le atribuye un alto calado político: el dictamen sobre el nombre de la lengua. Se encuentra así en una difícil tesitura que podría enfrentar a la AVL con el PP, su formación de toda la vida.