Querido lector:

Entre ayer y hoy se produce en el máximo órgano de representación de la sociedad valenciana, Les Corts, el debate del Estado de la Comunitat. Un debate, que a pesar del momento en que nos encontramos, en plena y virulenta crisis económica que está llenando de concursos de acreedores, de expedientes de regulacion de empleo, de decisiones de no renovar contratos de trabajo, colas de espera en las oficinas de empleo, impagados a proveedores y problemas generalizados para llegar a fin de mes con la aguda contracción de la demanda consiguiente, estoy convencido de que no habrá obtenido grandes cuotas de audiencia, ni una especial atención para el ciudadano.

Desde luego, el formato no es el más adecuado. Los debates parlamentarios en nuestro país, salvo raras excepciones, no son atractivos. Y la sesión celebrada ayer no es una de ellas, aunque tuvo sus momentos interesantes.

Sin embargo, los posicionamientos, posturas, programas, medidas y críticas que allí se han vertido son y serán las líneas básicas del funcionamiento político, económico y social de la Comunitat y de nuestra provincia en los próximos meses y años. Y conocerlo para su reflexión y opinión debería exigirnos un ejercicio de responsabilidad a nosotros, los ciudadanos.