El Código de Derecho Canónico es claro al decir que la decisión de nombrar a los obispos en la Iglesia de rito latino corresponde al Papa. Según el canon 377, el sumo pontífice nombra libremente a los obispos, o confirma a los que han sido legítimamente elegidos.

Es el Papa, por lo tanto, quien designa libremente a los sacerdotes que han de ser consagrados obispos. La designación se hace bien mediante nombramiento directo, bien a través de la confirmación de quien haya sido legítimamente elegido. En la Iglesia de rito latino es norma común el nombramiento directo por el romano pontífice. La elección de que habla el canon 377 alude a la costumbre legítima, según la cual el cabildo de la catedral participa de algún modo en la elección del obispo diocesano.

Un obispo de la Iglesia católica tiene diferentes atributos característicos. Lleva una cruz pectoral y un anillo, símbolo el primero de su consagración a Cristo y el segundo como de alianza con la Iglesia y con su cabeza, el Papa de Roma. H