Estamos viviendo situaciones insólitas que evidencian que, para algunos, sus intereses políticos y personales, están por encima de cualquier cosa.

Han acusado a la consellera de Educación del calor que ha hecho. La reprobación tiene tan poco sentido que evidencia que lo que pretendían algunos era hacer ruido, crispar el ambiente, desestabilizar.

Responsabilizar a María José Català del clima en la Comunitat es ridículo, pero preocupante, porque las temperaturas han sido una excusa para enrarecer las clases, pero en dos días aparecerán otras razones, porque el problema no es el tiempo, el problema son las elecciones sindicales, las autonómicas y las municipales que se encuentran a la vuelta de la esquina. Utilizar a los estudiantes me parece una vergüenza y, algunos sindicatos, ávidos por no perder liberados y ni un ápice de poder, están sometiendo a nuestros jóvenes a una manipulación sin precedentes. Si ustedes hubieran visto las reivindicaciones que algunos alumnos entregaron al secretario autonómico… ¡una relación infinita de exigencias laborales!

Decía un economista estadounidense que para manipular eficazmente a la gente es necesario hacer creer a todos que nadie les manipula ¡Ni eso saben hacer bien! Se les ve venir de lejos y no vamos a consentir que utilicen a menores de edad para intereses muy cuestionables. H

*Directora general de Innovación, Ordenación y Política Lingüística