Una Generalitat para todos

Un dicho muy arraigado en esta tierra dice que “Qui té fam, somnia amb rotllos”. Eso es lo que le debe pasar al PP en esta provincia que, en sus ensoñaciones, imagina cierres de colegios o de bancos de sangre que no existen e, incluso, nombramientos ad hoc para supuestas guerras internas en las que yo sería incluso protagonista. Pero no: el nuevo director territorial de Presidencia, Adolf Sanmartín, tiene la importante tarea de hacer que los ciudadanos de esta provincia entiendan que la Generalitat es el gobierno de todos los valencianos; que el presidente, Ximo Puig, y el Consell están y van a trabajar por Castellón como nunca, y que la Generalitat puede llegar a cada pueblo y ciudad de esta provincia en sus políticas de ayuda a las personas y generadoras de oportunidades.

De hecho, yo mismo he venido reclamando este nombramiento, pues la deriva victimista, provinciana y partidista del PP de Castellón, con mayoría absoluta en la Diputación pese a no representar socialmente a los castellonenses, está alcanzando niveles nunca vistos, llegando a hacer bueno a Carlos Fabra en cuestiones de partidismo y arbitrariedad en el uso del dinero público. Unos 400.000 de los 600.000 habitantes de esta provincia no están gobernados por el PP; tan solo uno de cada cuatro castellonenses les ha votado. Pero el mensaje de los electores ha sido malinterpretado por su presidente, Javier Moliner, secuestrando la Diputación para sus intereses y los de su partido. Frente a esto, el nuevo director territorial va a trabajar para demostrar que la Generalitat puede llegar mejor, con mayor eficacia, menor coste y mayor transparencia a toda la provincia. A él le corresponde pulsar las necesidades de nuestros ciudadanos.

Nuestro grupo en la Diputación no es el representante del Consell en Castellón. Mis compañeros y yo estamos muy orgullosos del cambio que se ha producido en el gobierno valenciano, pero, aunque le pese al PP, sabemos muy bien cuál es nuestra misión: apoyar a cada alcalde y concejal en la defensa de los problemas de nuestras ciudades y pueblos, ante quien sea y lo que sea, sin partidismo. Mi trabajo está muy claro. Moliner tiene el honor de presidir, ser heredero y discípulo de un partido cuyo líder absoluto es el primero en esta gran pocilga de la corrupción del PP que hemos visto entrar en prisión. Pero, si pretende aparecer como ajeno y superar estos años de desvergüenza, debe entender el mensaje. Mientras, nosotros trabajaremos con lealtad por una provincia distinta, porque creemos que una nueva Diputación, que esté para lo que debe estar, ayudar a los ayuntamientos, es posible. H

*Portavoz del grupo socialista en la Diputación de Castellón