Afalta de un año para las elecciones locales, Compromís, PSOE y el sr. Masó se van colgando medallas de las diferentes iniciativas o propuestas que plantean. Ya vamos viendo en estas últimas semanas cómo el Acord de Progrés se va desvaneciendo y cómo cada uno vende como propio lo conseguido en estos años como coalición e intenta desmarcarse de aquello que no les beneficia.

El momento que evidenció claramente el sálvese quien pueda fue en el pleno del pasado lunes. Todo ocurrió cuando el Club Taurino de L’Alcora pedía explicaciones sobre por qué después de haberles prometido que este año en las Fiestas del Santísimo Cristo se iba a realizar de nuevo la tradicional Novillada, en el último momento se desmarcan diciéndoles que no.

La situación fue esperpéntica. Mientras el concejal de Fiestas, el sr. Pejó, salió a explicar que el equipo de gobierno había decidido no realizar la Novillada por el coste que le suponía llevarla a cabo, el sr. García, ni corto ni perezoso, insinuó que mientras él fue alcalde se llevó acabo la Novillada sin problemas.

La cara del actual primer edil, el sr. Falomir, era un poema al comprobar en sus propias carnes la deslealtad del sr. García. Deslealtad total, porque precisamente Compromís fue el partido que en la reunión del Acord de Progrés a puerta cerrada para decidir si se hacía la Novillada votó que no, y después públicamente les da su apoyo.

Parece que esta actitud no sentó nada bien en el grupo socialista de l’Alcora, provocando un fuerte enfrentamiento en privado, teniendo sus más y sus menos entre ellos. A mí no me sorprende esa deslealtad del sr. García, porque durante todos estos años ha demostrado cuál es su objetivo personal.

Este no es otro que hacer carrera política sin preocuparle cómo hacerla, ni a quiénes se lleva por delante en esta cruzada particular, cuyo único protagonista es él y solo él.

*Concejala del PP en l’Alcora