Verano convulso

Todo el año esperando para sumergirnos en el mes de agosto, en busca del descanso y la tranquilidad que permitan aislarnos por unos días y, sin embargo, no podemos pasar por alto que este es un verano convulso.

Con un panorama nacional inestable, en el que Pedro Sánchez intenta a la desesperada lavar su imagen tras una investidura fallida, cambiando de estrategia para justificar las nuevas elecciones a las que nos vemos abocados en noviembre, por meros intereses partidistas del presidente del Gobierno en funciones, sin que a Sánchez le importe el daño que está causando al país y haciendo oídos sordos a las voces que alertan de la desaceleración económica y pérdida de inversiones por la inestabilidad política, la verdad es que cuesta conciliar el sueño.

Aquí en Castellón la situación no es más tranquilizadora. El escándalo de la Vilavella, que ha sacado a la luz la extorsión de un diputado provincial socialista a una edil del PP para garantizarse la alcaldía, tampoco ayuda a generar ese clima de confianza en los políticos. Pese a todo, nos iremos a la playa esperando no caer enfermos para no tener que recurrir a ningún consultorio o centro de salud cerrados por la Conselleria, tendiendo que acusar la falta de médicos. Aunque si lo necesitáramos, vayamos armados de paciencia para soportar las largas colas en urgencias que propicia el gobierno de Puig al suprimir las consultas en los centros de salud por las tardes y no prever un aumento de las plantillas del personal sanitario en verano.

Aún con todo, y pese a que seguimos sin Plan Estratégico de Turismo y sin apuesta real por la promoción internacional, el potencial de nuestras playas traspasa fronteras.

*Portavoz del grupo popular en el Ayuntamiento de Castellón