El entorno de la playa de la Almadraba, entre las del Torreón y el Voramar, tiene una carga emotiva estos días en los que nos acercamos a las Fiestas de la Virgen de Agosto. Gente de otras provincias conviven con quienes tenemos cueva en Castellón. Y en nuestra memoria pervive el recuerdo de aquel popular mos quedem.

Todos cuantos nos han hablado o escrito sobre ello han insistido en que hay que recordar el «veraneo del pobre» en los días que se acercan a la semana de la Mare de Déu d’Agost, Sant Roc… i el gos, que en el siglo XVIII, por ejemplo, ya tenían un destacado protagonismo en el calendario local de liturgia solemnísima, con muy brillantes procesiones conmemorativas, consecuencia, como es natural, del fervor con el que los castellonenses vivían las fiestas en las alquerías, masets, marjals y, de modo especial, en el Pinar, como escenario y entorno principalísimo desde el que era fácil acceder a las barracas de baño de la playa.

FIESTAS DE AGOSTO. con los vaivenes que marcaban las circunstancias de cada época, aquellas fiestas agosteñas con farolillos de papel rizado y cohetes borrachos, en torno a las largas mesas preparadas para al menos tres días de comer y beber, siguieron hasta hace pocos años, después de saltar aquellos tiempos anteriores y posteriores a la guerra civil en que se alcanzó un notable esplendor en las celebraciones festeras de distintos barrios de Castellón hasta culminar con las explosivas verbenas del Pato Milá en la vieja y entrañable Pérgola de Ribalta, ya casi en nuestra época.

Cuando en los años sesenta y setenta gran número de nosotros vamos ocupando villas o apartamentos de Benicàssim, son muchísimos los núcleos urbanos que recuperan las costumbres de otro tiempo en la celebración durante el mes de agosto y, sustancialmente, los días que ahora se avecinan justamente.

El humo de los Barcos me devuelve las imágenes de aquellos años en que, al igual que ocurría en otras zonas, en la nuestra del limbo de los apartamentos Arenal, con festejos y actuaciones musicales, con la apoteosis del desfile de disfraces en que, niños y mayores, atraíamos la atención de amigos y vecinos, cuyos hijos participaban también en la trencà de perols o en las carreras de sacs, éstas ya en la arena de la playa. Algún vecino responsable cuidaba de que nadie apareciera sin disfraz. Una delicia, vamos. Qué tiempos aquellos.

Durante un tiempo, la vecina Rosa Vicenta Loras cuidaba de que los niños pequeños tuvieran un comportamiento cuidadoso y divertido. Al llegar a este mes de agosto, vuelvo a saludar cariñosamente a doña Rosa Vicenta Loras desde esta playa donde sigo plantando cada día mis torres de arena para que el mar las vaya destruyendo poco a poco con sus olas, como siempre.

EL DEPORTE. la nota deportiva corría a cargo del equipo de fútbol que patrocinaba don Manuel Florit, pagando las camisetas de dos colores, con gran entusiasmo y sabiduría de Alfredo Rodríguez en la dirección del equipo, en el que participaban los tres chicos Cervera, los tres Carrión, dos Bellés, dos Pérez Melero, Casas, Daufí, Gascó, tres Rodríguez y los aplaudidores desde las gradas Rosales, Fabra, Medina Gil y algunas familias llegadas como cada año desde las islas Canarias.

Días de felicidad para todos, con gentes de Castellón que vuelven.