El equipo de gobierno de Castellón aprobará el presupuesto de la ciudad para este ejercicio 2021 el 29 de julio. PSOE, Compromís y Podemos activarán las cuentas de la ciudad siete meses tarde. La historia se repite año tras año y, encima, tampoco nacen pensadas para afrontar la pandemia. Tarde y mal.

Por eso, el Partido Popular hemos presentado una enmienda a la totalidad a las cuentas del Acord de Fadrell. Borrón y cuenta nueva. Sobran sueldos, presión fiscal y chiringuitos y faltan incentivos y propuestas que atiendan a quienes ahora mismo más necesitan el apoyo del Ayuntamiento: las personas vulnerables y también para los comercios, locales de hostelería y restauración, pymes y autónomos en general, que son los que sostienen el empleo cada día cuando levantan la persiana.

Pero la enmienda a la totalidad del PP también es un suspenso gigante a la gestión de un gobierno municipal que, como diría Joaquín Sabina, está cerrado por derribo. Tres partidos fracturados, cada uno por su lado, y que tienen paralizada la gestión municipal.

Así lo demuestra la tremenda situación que están viviendo las trabajadoras del Servicio de Asistencia a Domicilio, que llevan un mes sin cobrar porque a su vez Amparo Marco adeuda 800.000 euros a la empresa prestadora del servicio.

Hay otra forma de hacer política. Desde el Partido Popular proponemos una bajada de impuestos, menos burocracia y más atención a los temas de interés general.

Más ayudas y menos derribar cruces, cargos a dedo o entregar la gestión de centros municipales como el Teatro del Raval a amigos especiales. Hay alternativa. Castellón merece un gobierno que vele por sus intereses. Y eso ahora no ocurre.

Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón