Estamos mejor que hace un año». El socialista Pedro Sánchez dixit hace escasos días, a la hora de autocalificar su gestión de la pandemia del coronavirus, si es que se le puede llamar gestión. Y se atreve a decirlo en medio de la mayor escalada del precio de la electricidad. Encender la bombilla es hoy un 240% más caro que hace un año. Una situación que está ahogando en la actualidad a las familias, que ven impotentes cómo sus sueldos se van empequeñeciendo a la misma velocidad que el recibo de la luz no deja de subir.

Ojalá fuera solo el recibo de la luz. También cuesta un 30% más llenar el depósito en los vehículos, las azulejeras pagan mucho más por el gas de sus hornos o el carro de la compra está cada vez más vacío, porque cada vez resulta más caro llenarlo.

No es el único problema. A este hachazo del PSOE hay que sumar unos impuestos muy altos. La ciudad de Castellón es ejemplo: este año, el PSOE, Compromís y Podemos van a recaudar 800.000 euros más de todos los castellonenses, principalmente en conceptos como el IBI.

Hay soluciones. ¡Claro que las hay! Frente al modelo intervencionista y de impuestos altos del PSOE que solo generan parados y quiebras, el PP ofrece medidas que permitirían rebajar en un 20%, hasta en 9.000 millones de euros, la factura de la luz, o pedimos una bajada de impuestos de 7 millones de euros para Castellón. Porque el dinero, donde mejor está, es en el bolsillo de los castellonenses. El presidente Sánchez y la alcaldesa Amparo Marco deberían seguir los modelos de éxito de comunidades como Madrid, donde la presidenta Isabel Díaz Ayuso acaba de eliminar todos sus impuestos. Pero no, los precios están por las nubes, el futuro de los españoles, por los suelos, y Pedro y Amparo; en la luna.

Portavoz del PP en el Ayuntamiento de Castellón