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Año nuevo, Gobierno antiguo

La cifra es escalofriante. Más de 11.000 trabajadores del sector cerámico están afectados por algún ERTE. Y lo peor, lo más trágico, es que se trata de una cifra que crece día a día. De hecho, la pasada semana nos enteramos que el Grupo Victoria está negociando un expediente de regulación temporal para los 1.200 empleados de las firmas Keraben y Saloni, esta última ubicada en Sant Joan de Moró. La radiografía del más importante sector industrial de la provincia de Castellón pone a nuestra economía al borde del precipicio. La situación es verdaderamente dramática y necesita medidas urgentes.

Nunca el sector cerámico castellonense se había enfrentado a una crisis de esta envergadura. El clúster cerámico, construido gracias al esfuerzo y al talento de sus empresarios y técnicos, ha demostrado en las últimas décadas su camaleónica capacidad para enfrentarse a todos los retos comerciales habidos y por haber, incluso jugando en el tablero del mercado global con competidores desleales que no respetan las reglas del juego del respeto medioambiental o los derechos laborales. El azulejo de Castellón cuando ha perdido mercados ha cogido la maleta y ha buscado nuevos escenarios en los que crecer, pero ahora no tiene capacidad para luchar contra una factura energética y unas exigencias ecológicas que le impiden mantenerse a flote.

No es rentable producir baldosas cerámicas con la actual tarifa de gastos. Tampoco vale la pena producir esmaltes cuyos precios limitan su salida a los mercados internacionales. El clúster cerámico español se desangra, mientras Italia o Alemania han puesto medidas para proteger a su industria.

¿Y en España qué tenemos? Pues tenemos al PSOE y a Pedro Sánchez, que no saben --o no quieren-- por dónde tirar y van lanzado limosnas que no sirven para nada. O mejor dicho, que sirven para demostrar la incapacidad de los socialistas de gestionar un país y de ayudar a una provincia que necesita salvar a su principal motor económico, que además es, ante el mundo entero, nuestra bandera de calidad, de innovación y de progreso. La cerámica es, para nosotros, mucho más que una fuente de riqueza. Mucho más.

Año nuevo pero, lamentablemente para nuestra provincia, Gobierno viejo.

*Alcalde de Sant Joan de Moró y diputado provincial

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