Razones

En medio de un clima político de ruido y crispación, en el que impera el ánimo destructivo por parte de la derecha y la extrema derecha, como hemos comprobado esta semana con la moción de censura, se hace necesario recordar, una vez más, que tenemos innumerables razones para confiar en la política como herramienta de transformación y mejora. En Castelló tenemos un buen ejemplo de cómo poner a las personas en el centro de la acción política ha supuesto un avance histórico en nuestra ciudad en múltiples facetas.

Como muestra, el Plan General. Estos días volvemos a acercar a los vecinos y vecinas, a pie de calle en cada barrio, la información sobre la herramienta básica de ordenación urbana que define el desarrollo de las próximas dos décadas y proyecta un modelo de ciudad verde e inclusiva, que prioriza a las personas en el espacio público, promueve un crecimiento racional y da respuesta a los desarrollos residenciales, industriales y terciarios futuros. Un Plan General que aporta la seguridad jurídica necesaria para atraer inversiones a nuestra ciudad después de una década con el antiguo planeamiento del PP anulado por la justicia.

Sus efectos perdurarán en el tiempo, configurarán la ciudad que queremos, una ciudad del siglo XXI, preparada para los retos de nuestra época, para afrontar las consecuencias del cambio climático, para generar oportunidades de futuro. Es un ejemplo de cómo el impulso político y el esfuerzo técnico dan como resultado una herramienta de mejora de la calidad de vida de las personas para el presente y para el futuro.

La transformación en nuestra ciudad ha sido y es palpable a nivel urbano, económico y social. Hoy somos una ciudad más sostenible, más humana, más preparada y más emprendedora. Tenemos todos los mimbres para tejer un futuro mejor, en el que todas y todos puedan desarrollar sus proyectos de vida, una ciudad que atraiga el talento y las oportunidades, una ciudad inclusiva, en igualdad, en convivencia, un futuro donde cabemos todos.

En el mapa de lo positivo

Castelló se encuentra en el mapa de lo positivo, en el de las buenas prácticas, en el de las inversiones europeas, en el del turismo internacional, en el de la accesibilidad, la movilidad sostenible o la igualdad. Tenemos muchas razones para sentir orgull de genealogia porque cuando se mira a Castelló se ve una ciudad que crece, que cuida, que convive, que respeta.

Una ciudad que hace apenas unos días vivía su semana grande más grande que nunca. Unas fiestas de la Magdalena excepcionales, donde se han batido récords de participación gracias al trabajo incansable de los colectivos festeros y del Ayuntamiento, y que ha sido bendecida con el buen tiempo. Las primeras fiestas en plena normalidad tras la pandemia, las fiestas que Castelló se merecía y que han dado un impulso no solo económico para el tejido empresarial local y provincial, sino también un impulso anímico. La alegría, la luz y la ilusión han invadido nuestra ciudad durante nueve días memorables, nueve días que han sido la expresión de lo mejor de Castelló. Una razón más para confiar en el potencial de nuestra ciudad.

Alcaldesa de Castelló

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