Cosas mías

La peste de 1647

antonio Gascó

Una grave epidemia de peste se extendió por el reino de Valencia. La capital fue, al parecer, en junio de 1647, la puerta de entrada de la enfermedad, importada con probabilidad desde Argel. Desde aquí avanzó por dos sendas.acia el sur afectó, a finales de año, a la ciudad de Alicante y, por el norte, el contagio ascendió hasta afectar, en las mismas fechas, el Maestrat y Els Ports. Entre 1648 y 1654 la plaga invadió las tierras del Principat y el vecino reino de Aragón.

Este mal endémico conocido como peste bubónica era percibido por la aparición de forúnculos y altas fiebres. La carencia de higiene fue uno de los motivos de su extensión, fomentada por la suciedad y la gran cantidad de ratas que campaban en las poblaciones. Por esto se tomaron medidas de no contagio con la creación de morborías aisladas. Estos lugares eran hospitales de infecciosos, donde iban a parar todas las personas a quienes se les diagnosticaba el mal.

A tenor del apurado trance, la corporación castellonense acordó crear una junta del morbo formada por 12 ciudadanos y el clero, a fin de tomar las disposiciones oportunas para evitar la propagación de la pandemia. Prueba que la peste aún no había causado excesivos estragos en el mes de octubre es un acta municipal del día 29 en la que se levanta una queja por la actuación del gobernador, que hizo quemar en la plaza pública las mesas de juego que el municipio solía instalar con motivo del Carnaval y Navidad. A la queja municipal contestó el representante del reino «que el justicia no ha pogut ni pot permetre tenir casa de joc». A lo que se ve a nuestros antepasados les iban no poco las timbas, porque para poder explotarlas mandaron un síndico a Madrid, con dietas y todo, para ver de desautorizar el comportamiento del gobernador.

En noviembre, con la peste rondando, se acuerda tapiar todas las puertas de la muralla, a fin de aislarlo del contagio, a excepción de la del Agua, donde se pusieron vigilantes que hicieran sobrellevar, a cualquier sospechoso de infección, un periodo de aislamiento en la ermita de la Magdalena.

Cronista oficial de Castellón

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