LA RUEDA

El corresponsal de prensa

Henri Bouché

Henri Bouché

La semana pasada se celebró un acto con la asistencia de 150 alcaldes patrocinado por Mediterráneo con el presidente de Prensa Ibérica, Javier Moll, al frente, acompañado por el director de este periódico, Ángel Baéz; el director general Zona Este de Prensa Ibérica, Enrique Simarro, y el redactor jefe Pepe Beltrán. Todo un acontecimiento que se realiza cada cuatro años y que resultó un éxito de participación. Al mismo tiempo se rindió un pequeño homenaje a quienes, como era mi caso, por razones de edad (¡lo que hacen los años!), uno de los antiguos colaboradores, un superviviente de la antigua época, lo cual, aunque solo sea por eso, es digno de agradecer, sin que esto sea motivo de vana jactancia.

Tuve que improvisar unas palabras –no estaba prevista mi intervención-- (el micrófono se me puso por delante) y hablé muy brevemente sobre el papel con el que yo comencé mi colaboración en el periódico, la corresponsalía de prensa de la villa de Borriol cuando iba a cumplir los 17 años, si mal no recuerdo. Abrevié, naturalmente, pero como había alcaldes y alcaldesas, aproveché para calibrar el papel de los que llamamos corresponsales de prensa en un pueblo. Y recordé, cómo no, mis años mozos del comienzo en el cual hablaba de fiestas, procesiones y daba a conocer un poco las vicisitudes de la villa. De vez en cuando, como hacen los corresponsales, metía la cuchara en cuestiones de la vida municipal, lo cual, en más de una ocasión provocaba alguna suave reprimenda por parte del aludido, pero nada serio.

Cosas desconocidas

Esto me hizo reflexionar sobre el papel que desempeñan estos corresponsales dando a conocer las cuestiones que ocurren en un pueblo. Recuerdo nombres como los de Pepe Galí en Almassora, Titalo en Llucena y otros. Actualmente, me dice el jefe de Comarcas de Mediterráneo, Miki Agost, solo hay diez en toda la provincia. En cada pueblo suceden cosas desconocidas si no se publican en prensa, y es una lástima porque hay muchas noticias curiosas que enriquecen la vida de los 135 municipios de la provincia y que merecen ser conocidas, aunque algunas resulten anecdóticas. La sección de Comarcas hace una buena selección, pero, quizá, resulta insuficiente. A ello deberían contribuir también los ayuntamientos para dotar estas plazas, que, dicho sea de paso, son harto económicas. Sería una buena iniciativa y prestaría un servicio a los conciudadanos.

La verdad es que el escribir tiene sus riesgos: Verbat volant, scripta manent, decía Cayo Tito en el Senado (Las palabras vuelan, lo escrito, queda). Pero eso que permanece es lo que aprecia el lector. Anímense, pues, los corresponsales.

Profesor

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