EL TURNO

De cuando España se defiende

Araceli de Moya

Araceli de Moya

La mayoría de los artículos de opinión que escribo en esta sección versan sobre cuestiones relativas a la gestión municipal en la localidad de la que soy alcaldesa; que si nuestra hoja de ruta contempla mejoras para Oropesa, que si este nuevo equipo de gobierno tiene grandes proyectos por delante, o que si mi labor como máxima representante de Oropesa consiste en sacar adelante un municipio con un gran potencial social y laboral, con el objetivo bien claro, de convertirnos, a través de la innovación y el trabajo en equipo, en un pueblo referente que genere riqueza para los oropesinos.

Pero esta semana no puedo evitar reflexionar sobre cuestiones de mayor calado, de aquellas que trascienden el ámbito de lo local para centrarme en una realidad de mayor envergadura y que da sentido a mi vida política; una realidad que va más allá de mi municipio pero que sí le afecta, porque del devenir de los acontecimientos puede darle la vuelta a nuestra forma de vivir y de ver las cosas de ahora en adelante. Os hablo de la importancia de los pequeños gestos, la defensa de nuestra identidad y, sobre todo, de nuestra dignidad como españoles. Os hablo de una forma de vivir y respetar nuestra cultura, política y también nuestra historia. Eso sí, antes de manipularla, constreñirla, y peor aún, blanquearla al antojo de los más desleales con la misma.

Ultrajes

Hoy voy a hablar de mi familia, de mi tierra, de mis tradiciones, que son las vuestras, y por el orgullo por nuestro país. Y es que desde que tengo uso de razón, he sido de testigo de los ultrajes a nuestra bandera nacional, a nuestro himno, a nuestra forma de vivir y disfrutar de la vida, a nuestras ganar por el trabajo bien hecho y el emprender, por nuestra historia, que ya la quisieran otros, a nuestro clima y nuestros recursos naturales, a nuestro folclore, costumbres y aún más, a nuestra joven democracia, nuestro sistema político, la transición española y nuestras leyes. España y los españoles todo lo aguantamos, todo lo soportamos y lo sufrimos. España es fuerte, diversa, claro que sí, y quijotesca en demasía. Sin duda, gran fortaleza se le presupone a nuestro país, capaz de arreciar las embestidas de quienes respiran para destruirnos como pueblo y que, para más inri, también son españoles.

Pero señoras y señores, somos como los campesinos bajo el sol de agosto; sufridos y agotados, que siguen cosechando el campo pero cuando llega una plaga de langostas, sacan fuerzas de donde haga falta y luchan para salvar la cosecha por la que tanto han bregado. Así es España, que ante las estocadas que matan, se defiende. Este próximo domingo estaré en Barcelona, en la manifestación organizada por la Sociedad Civil Catalana, en contra de la amnistía y las cesiones de Sánchez ante los independentistas, con el lema No en mi nombre. Ni amnistía ni autodeterminación. Porque España, se deja herir, pero no aniquilar.

Alcaldesa de Oropesa del Mar

Suscríbete para seguir leyendo