PUNTO DE VISTA

Felicidad duradera y verdadera

Joaquín Serrano

Joaquín Serrano

El propósito fundamental de la vida de todos los seres humanos es ser feliz, buscar y encontrar la verdadera felicidad. El camino es eliminar gradualmente los factores que llevan al sufrimiento mediante el cultivo de los que llevan a la felicidad, lo que produce múltiples beneficios para el individuo, para su familia y para el conjunto de la sociedad.

Para ello son importantes el estado de ánimo y la actitud mental correcta. Cuanto mayor sea nuestro nivel de serenidad y paz mental, mayor será nuestra capacidad para disfrutar de una vida feliz.

La felicidad duradera se halla en la mente y en el corazón, porque depende en parte de las circunstancias externas, pero sobre todo de ti mismo. Para alcanzar la satisfacción interior hay que querer y apreciar lo que tenemos y tener conciencia del propio valor. Trabajar en nuestra perspectiva mental es un medio más efectivo para alcanzar la felicidad que buscarla en fuentes externas, como la riqueza, la posición y hasta la salud, lo que no significa negar que debemos satisfacer nuestras necesidades físicas básicas de alimentación, vestido y cobijo.

La gente feliz es más sociable, cariñosa, compasiva, más flexible y creativa, y capaz de tolerar las frustraciones diarias con más facilidad que la gente infeliz. Existen dos tipos de felicidad: una, el disfrute del placer mediante los sentidos, por ejemplo, el sexo, que es breve. Otra, a un nivel más profundo a través de la mente, como ocurre con el amor, la compasión y la generosidad, que es más duradera y verdadera.

El hombre feliz tiene amplios intereses y afectos, lo que a su vez le convierte en el objeto del afecto de otros. Que te quieran es una fuente de felicidad, en general el cariño lo recibe quien lo da.

Notario y doctor en Derecho

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