CON LAS OREJAS TIESAS

Trabajo demasiado precario

Juan Lozoya

Juan Lozoya

Hace 18 años, un periodista que ganaba más de 1.300 euros netos al mes, con 14 pagas al año y con dos años de experiencia en un periódico con un contrato indefinido era una normalidad de lo más absoluta. Hoy en día, es una anormalidad en la mayor parte de los casos… y no tiene visos de mejorar.

Les hablo de un mundo que conozco perfectamente, pero que no está aislado de la realidad que vivimos hoy en día tanto en la provincia de Castellón como en el resto de España. Tener menos de 30 años, contrato indefinido y ganar 1.300 euros netos o más es algo que está al alcance de mucha menos gente que entonces y eso que el coste de la vida se ha disparado, especialmente los dos últimos años. La economía no va bien, a pesar de que datos macroeconómicos maquillen una realidad que los jóvenes no sienten en sus carnes ni de broma.

Es cierto que, como casi siempre, quien quiere trabajar hoy, puede. Pero, ¿en qué condiciones? La trampa de las personas que trabajan como fijas discontinuas es cada vez más grande y engorda cada vez con más afiliados a la seguridad social, especialmente en el mundo de la hostelería y la restauración. Pero se trata de puestos con malas condiciones tanto en lo que hace referencia a los meses de actividad real a lo largo del año, como en lo que se refiere a las horas que se trabajan respecto a las que se cobran… y eso que se cobran a bajo salario.

No sé cuál es la fórmula para mejorar las condiciones laborales de los jóvenes, porque tampoco sé cómo pueden hacer muchas empresas para subirles el sueldo sin repercutirlo luego a los usuarios. Pero sí sé que si no encontramos pronto una fórmula satisfactoria para todos, esta generación de jóvenes va camino de perderse.

Periodista

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