RECONTRA

La mentira del ‘lawfare’

Juan Lozoya

Juan Lozoya

Sé que la mayoría de ustedes estarán hasta la coronilla de la amnistía y la movida que se ha generado con el pacto entre el PSOE y Junts. Y eso que sé que, como a mí, es un tema que nos incumbe y nos preocupa muchísimo, al margen de que podamos estar o no de acuerdo con las consecuencias que tendrá tanto en España como en la provincia.

Y nos incumbe porque este acuerdo sí que cambia notablemente las reglas del juego y certifica de forma indudable la existencia de ciudadanos de primera y de segunda categoría… o de tercera, porque las cesiones legales y económicas de Pedro Sánchez a los independentistas catalanes van a condenar a la provincia de Castellón a retrasar aún más de la salida del ostracismo al que nos empezó a condenar el reparto económico por territorios aprobado por el también socialista Zapatero hace ya década y media.

El tema económico realmente nos perjudica, porque los 15.000 millones de euros que entre todos vamos a pagar a Cataluña lastrarán nuestras expectativas de que tengamos una financiación esta legislatura. Y ya verán como habrá más condonación de deuda al independentismo catalán cada vez que Sánchez tenga que aprobar los Presupuestos Generales del Estado.

La amnistía

Pero lo que realmente me parece grave y que consolida la España de la desigualdad legal es la amnistía. Esta sí que distingue entre españoles de primera y de segunda. Es un segundo paso tras el primero dado hace unos meses para rebajar el delito de malversación de dinero público, también para contentar al independentismo.

Estos mal llamados progresistas, porque realmente son reaccionarios en sus formas, están acostumbrados a utilizar nomenclaturas molonas para nombrar sus acuerdos. Ahora se han sacado el lawfare de la chistera, que no viene sino a justificar la decisión de Sánchez de saltarse el poder judicial para decidir él qué es delito y que no… una vez consumado el delito y según quien lo cometa.

¡Qué quieren que les diga! Esto es la democracia y es lo que hemos votado entre todos. Pero, ¡qué pena!

Periodista

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