A FONDO

No podrán callarnos

Lo que estamos viviendo estos días de la mano de Pedro Sánchez es un verdadero escándalo

Begoña Carrasco

Begoña Carrasco

Inaudito. No es ciencia ficción. Lo parece, pero no lo es. Lo que estamos viviendo todos los ciudadanos en los últimos días en el panorama político nacional de la mano de Pedro Sánchez y sus emisarios del PSOE es un verdadero escándalo, un reality vergonzante retransmitido en directo que va a tener nefastas consecuencias para nuestro ordenamiento jurídico y nuestro sistema democrático. Jamás se había llegado tan lejos. Jamás volverán a ser las cosas como antes.

No cabe duda. Pedro Sánchez ha vuelto a humillarnos, riéndose de los españoles con sus mentiras. Una vez más ha demostrado que es capaz de todo por mantener un puesto en Moncloa por siete votos. Se trata de un acuerdo vergonzante y humillante, que solo le beneficia a él. Estamos ante un grave ataque a la Constitución y va a cambiar por la puerta de atrás nuestro sistema constitucional y nuestro Estado de derecho, el futuro de nuestro país y el de nuestros hijos.

Ni una sola vez ha dicho la verdad a los ciudadanos. Ni una sola. El presidente del gobierno no ha mantenido en ningún momento nada de lo que dijo. Basta con echar mano de hemeroteca. Y desde luego, tampoco se presentó a las pasadas elecciones generales con un programa electoral que recogiera semejantes barbaridades.

Pero lo peor de todo es que el líder de los socialistas ha sido capaz por aferrarse al sillón de la Moncloa de utilizar el poder Ejecutivo para ir cambiándonos el sistema democrático por la puerta de atrás. Al más puro estilo de algunas de las repúblicas bananeras que defienden sus compañeros en tareas gubernativas. En los últimos meses, hemos visto cómo ha intervenido el poder judicial con sus maniobras en el Tribunal Constitucional o en la Fiscalía, rompiendo el principio de separación de poderes que es la base sobre la que se asienta cualquier democracia.

Y lo mismo ocurre con el poder legislativo. Pedro Sánchez se ha acostumbrado a gobernar a golpe de decreto, a retorcer la tramitación parlamentaria, ocultando informes a la hora de legislar, como ha quedado demostrado con leyes de consecuencias tan nefastas como la del solo sí es sí, que ha puesto en la calle a más de un millar de violadores y agresores sexuales. O directamente al usar a la presidenta de la Cámara Baja para silenciar el debate parlamentario.

Cueste lo que cueste

Ni igualdad, ni respeto a las leyes, ni defensa del equilibrio territorial, ni nada de nada. Poder por el poder. A la Moncloa, cueste lo que cueste, pase lo que pase. Todo vale para llegar al Gobierno pese a ser el gran perdedor de las pasadas elecciones generales. ¿Y qué es lo peor de todo? Pues que sus compañeros de filas se han dedicado a aplaudirle el disparate. Toque de corneta, y todos a acatar el discurso. ¿Dónde están los socialistas de nuestra ciudad? ¿Alguien les ha oído defender la Constitución? ¿Pedir una rectificación a su jefe de filas? No. Y ese silencio les hace tan cómplices de lo que está ocurriendo como al propio Pedro Sánchez. Silencio a cambio de mendigar un alto cargo en el nuevo Gobierno.

No, no podemos ni vamos a quedarnos de brazos cruzados. Este domingo a las 12.00 horas en la plaza de la Muralla, vamos a salir a defender este país. Invito a todos los ciudadanos que se sienten incómodos y a los socialistas moderados que se sienten avergonzados con el comportamiento del sanchismo a que se sumen a esta concentración promovida por el Partido Popular, por supuesto pacífica, contra la amnistía, para defender alto y claro la Constitución y una España de ciudadanos libres e iguales. No caben medias tintas. Tampoco dejar en manos de los demás nuestros derechos y libertades. Quizás mañana será tarde. Demasiado tarde.

No van a callarnos. No van a dividirnos. Los constitucionalistas, los que sentimos y vivimos este país y los principios que lo rigen, debemos salir a la calle a defender lo que los socialistas están poniendo en riesgo. No todo vale. El fin nunca puede justificar los medios. Bien lo sabía Maquiavelo. Bien lo sabe Pedro Sánchez.

Alcaldesa de Castellón

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