A FONDO

PP apunta, otros llenan la calle de odio

Incendiar las calles como está haciendo la derecha de este país es una línea roja

Samuel Falomir

Samuel Falomir

La convivencia es el valor más preciado que puede tener un país. España goza desde hace más de 40 años de una democracia ejemplar. Todo esto lo conseguimos cediendo unos y otros, dialogando, acordando y con una amnistía política que nos ha permitido avanzar.

El PSOE fue un gran defensor de nuestra actual Constitución, y, sin duda, hemos sido sus garantes. Ampliando derechos y libertades. Todo esto con leyes que han contado siempre con el rechazo del Partido Popular. Muchas de ellas recurridas ante el Tribunal Constitucional, con todos los recursos del PP desestimados.

En el 2005 llenaron las calles y plazas de España diciendo que los socialistas íbamos a romper las familias con la Ley del Matrimonio Homosexual. Con discursos alarmistas y tratando de atemorizar a la sociedad española. Dañaron y estigmatizaron al colectivo LGTBI, que tenía que ver cómo llenaban las calles y plazas con gente que se manifestaba para que no tuviéramos los mismos derechos. Sí, tal vez esto ahora mismo suena a chiste. También hay homosexuales del PP que se casan. Justo esta ley que hizo Rodríguez Zapatero tan solo perseguía esto: la igualdad. ¿Os imagináis que por las movilizaciones no se hubiese aprobado?

Muchos os preguntareis qué tiene que ver esto con la actualidad. El PP, siempre que el PSOE ha aprobado leyes con respeto absoluto a la Constitución y en favor de la convivencia, se comporta de manera reaccionaria y con alarmismo. «Se terminan las familias, se rompe España, se liquida la democracia, esto es una dictadura...», y así un largo etcétera de reacciones de la derecha para generar odio y crispación. Ellos apuntan y otros ejecutan.

Aportar soluciones

Ahora no les parece bien la Ley de Amnistía. No quieren dar solución al conflicto territorial con Cataluña. Claro, llevan viviendo de él hace más de una década. Sus políticas nos llevaron a una consulta, un referéndum y una declaración unilateral de independencia. Desde la llegada de Pedro Sánchez a la Moncloa se ha querido buscar puntos de acuerdo. Sabemos que el problema no ha desaparecido, pero nuestra responsabilidad es aportar soluciones dentro de lo límites de la Constitución. La Ley de Amnistía es eso, una oportunidad para el reencuentro.

Se puede estar de acuerdo, o no. Pero incendiar las calles como está haciendo la derecha de este país es una línea roja que no se debe traspasar. Manifestarse es un derecho que apoyo y reivindico, pero con respeto, sin agresiones, amenazas o insultos.

Aunque, en verdad, la Ley de Amnistía les preocupa poco o nada. La han criticado sin conocer su contenido, haciendo el ridículo en los plenos. El problema del PP es que no acepta que vayamos a tener cuatro años más de gobierno progresista. Esta semana, por segunda vez, el bipartito de derechas ha aprobado una moción en la Diputación de Castellón para decir no a la Ley de Amnistía y a Pedro Sánchez. No respetan ni la democracia ni los resultados del 23J.

Odio

Marta Barrachina utilizó el martes la institución provincial para hacer un mitin del PP, mostrando su odio hacia quienes piensan diferente. Decidió no intervenir en el debate, a pesar de ser «tan importante» para Castelló. Los portavoces tuvimos un debate respetuoso, hasta que la presidenta decidió recitar su papel más agresivo cuando ya había finalizado el pleno. Teníamos dos opciones, o quedarnos escuchando sus barbaridades o marcharnos. Optamos por irnos, la política de crispación y de odio no van con nosotros, no somos como ella.

He tenido que salir entre gritos de mi propia sede por el acoso de manifestantes alentados por la derecha política. Pero no me van a detener. Mi objetivo y determinación es clara, trabajar en beneficio de las personas y avanzar, de manera sosegada y decidida. Decidí ser diputado provincial para mejorar la vida de mis vecinos y vecinas.

Alcalde de l’Alcora y secretario general del PSPV-PSOE de Castellón

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