El Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2003 fue concedido ayer en Oviedo al filósofo alemán Jürgen Habermas, considerado por el jurado un "ejemplo de saber humanista y cosmopolita" y, por ello, "cumbre del pensamiento" actual.

El jefe del Ejecutivo gallego, Manuel Fraga, presidente del jurado, hizo pública la decisión unánime de conceder el premio a Habermas, que llegó a las últimas votaciones junto al historiador peruano Guillermo Lhomann Villena, entre las 24 candidaturas presentadas al galardón.

En el acta del jurado se considera a Habermas "un clásico de las ciencias sociales y la filosofía", y se reconoce su compromiso con la investigación y la reflexión crítica sobre las teorías de la sociedad moderna y los problemas del hombre actual, "en busca de soluciones prácticas para el impulso de la democracia presente y futura".

Según los miembros del jurado, en la tradición filosófica de Kant, Hegel y Marx, pero también de Weber, Parsons y Mead, Habermas "contribuye a la compresión de las sociedades postindustriales y de las implicaciones ideológicas de la ciencia, la comunicación y la opinión pública, lo que le lleva a desarrollar una teoría de la acción comunicativa, una ética del discurso y una política basada en la deliberación".

Habermas, de 74 años, se declaró complacido de obtener el Príncipe de Asturias, que definió como el "Nobel español" y recordó como desde hace unos cinco o seis años este galardón ha ganado mucho prestigio en Alemania. "El premio está muy bien dotado y desde hace unos años uno lee informaciones sobre los premiados. El año pasado, por ejemplo, fueron Enzensberger y Woody Allen. Estoy muy satisfecho", dijo Habermas desde su casa en Starnberg.

El filósofo y sociólogo alemán anunció que viajaría a Oviedo para recibir personalmente el galardón en el mes de octubre.