Mucho más relajados que en su primer acto oficial en el extranjero --el lunes, en el Vaticano, ante el Papa--, Felipe y Letizia (con traje rojo) hicieron ayer su primera visita oficial a una autonomía para entregar en Leyre (Navarra) el premio Príncipe de Viana al arquitecto pamplonés Fernando Redón. El acto abrió el programa de actividades que los Príncipes tienen programados en las diferentes comunidades autónomas.

Los Príncipes, que ya visitaron Navarra durante el periplo doméstico de su luna de miel, expresaron el gran afecto que sienten por la Comunidad Foral, "una tierra noble y fecunda", dijo Felipe. La pareja fue recibida a pie del helicóptero, en el que llegó al monasterio de San Salvador (en la foto, Felipe le coge la mano a Letizia, en el monasterio), por el presidente de Navarra, Miguel Sanz, mientras repicaban las campanas. El príncipe Felipe entregó a Fernando Redón el diploma del premio, que lleva su firma sobre un grabado del primer príncipe de Viana, del palacio de Olite y del monasterio de Leyre.

Felipe elogió la "polifacética" actividad de Fernando Redón, por su aportación "innovadora y personal" a la cultura común. "La nación que siembra cultura siempre cosecha progreso y libertad. La cultura, extendida y compartida por todos, es la mejor garantía de paz, concordia y libertad", afirmó el Príncipe. El arquitecto bromeó y replicó al Príncipe que, más que polifacético, es "disperso".

El presidente navarro correspondió a las palabras de afecto del Príncipe. "En Navarra tendréis siempre una comunidad leal con sus compromisos, dispuesta a ofrecer el esfuerzo y el apoyo necesarios para el progreso común, y dichosa de participar en el proyecto de España y de Europa", aseguró el presidente Miguel Sanz.

Tras la entrega del premio, los Príncipes de Asturias y de Viana se dirigieron en procesión a la iglesia del monasterio, donde se realizó el tradicional homenaje a los últimos reyes de Navarra. Felipe y Letizia --que respondieron sonrientes a los saludos de los navarros que se acercaron hasta este enclave para verlos-- visitaron después el sepulcro de los reyes de Navarra, donde tuvo lugar la ofrenda floral. La pareja comió en el monasterio antes de abandonar Navarra.