La sordera ya no es sólo cosa de ancianos. En realidad, cada vez son más los jóvenes que la padecen. La música alta en discotecas y el uso excesivo de reproductores de audio portátiles son los responsables. Resultado: los jóvenes de hoy padecerán a los 50 años problemas auditivos que actualmente se registran en personas de 70. Este fenómeno, conocido como tinnitus o acúfenos, deriva en una afección sintomática que provoca un zumbido permanente en los oídos.

El problema, según los expertos, es que los jóvenes ignoran los peligros de la música demasiado alta porque no creen que la pérdida de audición sea un problema serio. Craso error. La pérdida auditiva es la tercera dolencia más frecuente en España (después de la artrosis y la hipertensión) y afecta, según el Instituto Nacional de Estadística, a un 30% de la población. Además, la Organización Mundial de la Salud ha reconocido que la pérdida de audición por el ruido es una de las enfermedades irreversibles más frecuentes y más problemáticas.

Un audífono a los 40 años

Lo preocupante de la situación es que, desde la última década, este problema afecta cada vez más a los jóvenes de entre 14 y 30 años. Lo confirma el otorrino Jesús María Grasa Pérez, del centro hospitalario 18 de Julio de Cornell : "Años atrás, los pacientes que venían a la consulta con problemas de audición tenían una media de 60 años. Ahora, los que acuden con esta sintomatología son cada vez más jóvenes. Muchos de ellos tienen entre 20 y 30 años".

Éste es el caso de Beatriz Sánchez, una estudiante de 24 años que cursa un doctorado de Geografía. Beatriz tiene el nervio auditivo dañado y es sorda de nacimiento. Sin embargo, los niveles excesivos de ruido en los que se desenvuelve día a día han influido negativamente en su capacidad de escucha: "La música alta y los ruidos estridentes me afectan más que a cualquier otra persona, porque me encuentro más desprotegida ante esta situación", explica.

Consciente de la magnitud del problema, Beatriz quiere transmitir un consejo a todos los chicos y chicas de su edad: "No seáis bobos. Yo he nacido con este problema pero vosotros, que podéis evitarlo, poned remedio. No podemos jugar con nuestra salud". Y no es broma, ya que un 33% de los jóvenes catalanes padecen deficiencias auditivas leves y un 17% sufren daños graves, por lo que muchos de ellos precisarán un audífono a los 40 años. Así lo afirma un estudio realizado por el Centro de Desarrollo Acústico de la Escuela de Ingeniería y Arquitectura La Salle. En realidad, el oído está preparado para soportar ruidos inferiores a los 85 decibelios. En una discoteca se superan los 125, en un concierto de rock los 140, y existen en el mercado discmans y Mp3 cuyos niveles de sonido alcanzan los 135, casi el nivel de ruido de un avión al despegar. Consecuencia: los jóvenes de hoy perderán facultades auditivas 20 años antes que sus padres.

Gran parte de esta situación se debe al uso abusivo de reproductores musicales, porque "pueden causar lesiones irreversibles en el oído si uno se expone mucho", afirma Jesús María Grasa. La razón es que el reducido espacio que queda entre el casco y el conducto auditivo no deja salir el sonido, por lo que éste rebota y daña con mayor intensidad la parte interna del oído, que es la más delicada.

Auriculares grandes

Los expertos aconsejan no utilizar estos reproductores más de una hora seguida y hacerlo con auriculares grandes. También recomiendan descansar cada hora en las discotecas, alejándose de los altavoces o saliendo a la calle. Tras estar sometido una noche a la música de una discoteca, el oído tarda alrededor de 36 horas en recuperar la sensibilidad normal. Según afirma Grasa, que "la música demasiado alta puede dañar la capacidad auditiva para el resto de la vida. Los jóvenes deberían darse cuenta de la gravedad de la situación y tomar medidas".