El grupo de expertos en labores de rescate de la oenegé K-9 de la localidad de Creixell (Tarragona) desplazado a Pisco decidió ayer retirarse de la zona y abandonar Perú al no obtener respuesta a su petición de que se les garantizara su seguridad después de haber quedado atrapados en un tiroteo. Según el jefe de la delegación, Pere Frutos, la respuesta del presidente peruano, Alan García, fue "el que tenga miedo, que se marche", y desde ese momento no le fue asignada ninguna tarea específica al equipo, formado por seis socorristas y varios perros de rastreo. Sin embargo, ayer tarde se anunció que un centenar de policías partió de Lima para reforzar la seguridad en las carreteras más afectadas.