Un grupo de 39 adolescentes, de entre doce y quince años, procedentes de distintos países iberoamericanos serán embajadores en sus ciudades de origen del arte rupestre que han conocido durante una semana de trabajo en España, en la que han profundizado sobre el valor cultural y social del patrimonio. El Foro Juvenil Iberoamericano del Patrimonio Mundial, una iniciativa impulsada por el Ministerio de Cultura, que se celebra por tercera vez, ha reunido a estos 39 jóvenes de distintos países en Santillana del Mar (Santander) y en Zaragoza. El objetivo de este programa, que se ha clausurado hoy en la capital aragonesa, ha sido dar a conocer a los jóvenes el patrimonio cultural de España para fomentar su respeto, a la vez que ellos aportan información cultural sobre sus países. En esta tercera edición, que se ha desarrollado en torno al patrimonio cultural rupestre, han participado 39 jóvenes de Chile, Uruguay, Argentina, Guatemala, Brasil, Portugal y de todas las Comunidades Autónomas de España. Durante una semana, han visitado las cuevas de Altamira en Santander, además del Parque Cultural de Albarracín, el río Martín y la Zaragoza Medieval en Aragón. Al mismo tiempo, han realizado talleres constructivos en los que han elaborado sus propios materiales didácticos, lo que les lleva a implicarse más en el proyecto, ha explicado Iraszú López Campos, coordinadora del Programa Patrimonio Joven. "El año pasado, una niña de Venezuela logró convencer al alcalde de su ciudad, después de insistir mucho, de que repartiera a los visitantes la guía del turista responsable que habíamos elaborado en el foro del año pasado", ha comentado. En esta edición, han realizado una "foropedia", un glosario patrimonial, que recoge las definiciones de términos muy utilizados como "conservación, historia o comunidad", entre otros, ha indicado. También han elaborado una campaña de comunicación que concreta actuaciones para trasmitir el patrimonio, además de otros materiales, que han contribuido a que sus autores, los 39 jóvenes, se conviertan en "embajadores y trasmisores" del patrimonio cultural, ha señalado. Uno de ellos, Juan Enrique Tereta, de 15 años de edad y de Guatemala, ha explicado a Efe que este programa le ha permitido conocer "lo que nos han dejado nuestros antepasados", además de contactar con personas de otros países, como España, al que ha viajado por primera vez, gracias a esta iniciativa. También María Clemente, de trece años y de La Rioja, ha apuntado que le ha llamado mucho la atención que las pinturas rupestres que han podido ver en Altamira se conserven "después de tantos años", razón por la que "debemos respetarlo todavía más". El director general del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras, quien ha asistido hoy a la clausura del foro en Zaragoza, ha explicado que estas actividades crean modelos de trabajo y reflexión con los que después se trabaja en los centros escolares y en las oficinas de la Unesco.