Científicos de la Universidad de Almería (UAL) han detectado restos de fármacos que se suministran al ganado para evitar enfermedades, antibióticos como la tilmicosina o antiparasitarios como el levamisol, en la comida para bebés, según el estudio publicado en la revista Food Chemistry y recogido por el Sinc.

La metodología utilizada, “precisa, simple y rápida”, se ha validado analizando doce alimentos con carne de vaca, cerdo o ave y nueve muestras de leche en polvo. Los datos indican que las concentraciones de medicamentos veterinarios varían de 0,5 a 25,2 microgramos por kilogramos en los primeros y entre 1,2 y 26,2 microgramos por kilogramos en los segundos. No obstante, los expertos aseguran que los resultados serían “más concluyentes” con un mayor número de muestras.

“En general las concentraciones detectadas han sido muy bajas, lo que por un lado indica que no son cantidades preocupantes pero, por otro, manifiesta la necesidad de hacer controles en estos productos para garantizar la seguridad alimentaria”, destaca la catedrática de Química Analítica en la UAL, Antonia Garrido.

Asimismo, se han encontrado también trazas de sulfonamidas, macrólidos y otros antibióticos, así como antihelmínticos --contra los gusanos-- y fungicidas. En total, cinco medicamentos veterinarios en la leche en polvo y diez en los productos elaborados con carne, sobre todo pollo o aves. H