Puede que sea el regalo estrella de esta Navidad, pero el patinete eléctrico no es un juguete. Es un vehículo sostenible y fundamental para las ciudades del futuro, pero mal llevado genera «problemas específicos de convivencia en las vías públicas» y por eso requiere de una responsabilidad «importante». En los dos últimos años ha habido en España unos 300 accidentes (la cifra exacta rondaría los 273) relacionados con los patinetes eléctricos. En 200 de ellos la responsabilidad fue del patinador.

Estas son las cifras que hizo públicas ayer el fiscal coordinador de Seguridad Vial, Bartolomé Vargas, que ha enviado un comunicado a todas las policías locales para recordar la normativa estatal y la necesidad de extremar la vigilancia ante un medio de transporte que vive un auténtico boom. El fiscal insta a los agentes locales a retirar el patinete en que caso de observar una «situación de riesgo» y recuerda a los infractores que, en el caso más grave, los delitos de lesiones conllevan penas de seis meses a tres años de cárcel, mientras que el homicidio puede implicar hasta cuatro años de prisión.

VÍCTIMAS MORTALES // Las cifras de siniestralidad, con dos muertos incluidos (una anciana que fue atropellada y una patinadora arrollada por un vehículo), son «preocupantes» e irán a más a medida que se generalice el uso de los patines. A pesar de que la Dirección General de Trafico (DGT) ya está estudiando fórmulas legales para regular su uso y que cada ciudad ha aprobado normas específicas, Vargas apuesta por recordar la responsabilidad que supone desplazarse con un patinete.

La responsabilidad empieza por los fabricantes, que en muchas ocasiones «no son conscientes de lo que ponen en el mercado». La responsabilidad continúa en el patinador, que a veces se salta la norma y circula por las aceras --un espacio «sagrado para los peatones»--, generando sensación de inseguridad en los colectivos más vulnerables, como personas con discapacidad (incluida la visual), niños y gente mayor. Vargas es partidario de que tanto los fabricantes como los ayuntamientos tengan «responsabilidad jurídica» y sean responsables civiles subsidiarios porque, en caso de atropello, no se puede quedar la víctima «desprotegida, indefensa y desamparada».

Antes de circular con un patinete eléctrico, Vargas demandó a los usuarios que comprueben su calidad técnica, desde los frenos hasta la iluminación. Asimismo, recordó que las normas de seguridad vial les afectan en lo que a velocidad se refiere. También en el consumo de alcohol o drogas.