Autoridades y vecinos de Navarra afrontan ya las tareas de evaluación y reparación de los daños provocados por las lluvias torrenciales y la repentina avenida del río Cidacos en localidades como Tafalla, Olite y Pueyo, que se cobraron la vida de un vecino de Villaba, de 25 años, cuyo coche fue arrastrado por el agua. Una línea de tormentas muy activas dejó la tarde del lunes cifras récord de precipitación en la zona, de más de 160 litros por metro cuadrado en el plazo de solo tres horas.

Estas fuertes tormentas provocaron una súbita crecida del río Cidacos, que afectó especialmente a la localidad de Tafalla, algunas de cuyas calles se transformaron en ríos que arrastraron los coches aparcados; y el agua inundó viviendas, garajes, comercios y edificios públicos, como por ejemplo la escuela infantil.

El pleno municipal, reunido en una sesión extraordinaria, acordó ayer solicitar la declaración de zona catastrófica a consecuencia de los cuantiosos daños ocasionados por la riada, ante la que nada pudieron hacer los vecinos porque no recibieron «ningún aviso de que pudiesen ocurrir unas inundaciones como las que se han producido», lamentó el alcalde, Jesús Arrizubieta.

También hubo problemas a consecuencia de las lluvias en la provincia de Ourense. Emergencias contabilizó tres decenas de percances en un atardecer marcado por las estampas de viviendas anegadas, formación de bolsas de agua en las carreteras y desprendimientos de tierra y piedras en diferentes municipios.