Todo estaba preparado anoche para recibir en Madrid a la veintena de españoles que, de forma inesperada, se vieron atrapados en Wuhan, epicentro del brote del nuevo coronavirus, ante la decisión del Gobierno chino de aislar la ciudad y decretar la cuarentena. Eso sí, cuando pisen suelo español, previsiblemente tras volar en un avión británico --tenían previsto partir a las 5.00 horas (22.00 en España)--, también deberán permanecer 14 días aislados por precaución. Concretamente, si ninguno de ellos tiene síntomas de padecer el virus, serán trasladados a una planta del hospital militar Gómez Ulla, que se ha habilitado a tal fin.

El Ministerio de Sanidad ha descartado ingresarles en la planta 22, donde se encuentra la Unidad de Aislamiento de Alto Nivel, que cuenta con los máximos estándares de seguridad en caso de emergencia nuclear, radiológica, bacteriológica y química, porque, a priori, son «personas sanas», según subrayó ayer el director del Centro de Emergencias y Alertas, Fernando Simón, acompañado del ministro, Salvador Illa, tras una reunión de la comisión de salud pública y otra con las sociedades científicas, donde se analizó la evolución del coronavirus.

Ambos lanzaron un mensaje de «tranquilidad» y aseguraron que el miedo que demuestra que en las farmacias españolas se estén agotando las mascarillas es «infundado», dado que el sistema nacional de salud «está preparado» para detectar cualquier posible caso y evitar su propagación.

De hecho, los españoles repatriados serán aislados porque se han detectado casos, que preocupan a la comunidad internacional, de contagios entre personas que no presentaban síntomas. Y se ha visto que 14 días es el tiempo estimado en el que si no el coronavirus no ha dado la cara, la persona no está infectada.

EN UNA CASA RURAL / Pero los esrepatriados, entre los que se encuentran dos niños, «podrían estar perfectamente en una casa rural en medio del monte; si van al Gómez Ulla es por una cuestión de logística», según destacó Simón; mientras el ministro añadió que intentarán que hagan una vida «lo más llevadera posible».

Para ello, tendrán salas de esparcimiento, con televisión y podrán recibir visitas de sus familiares, que al igual que el personal sanitario, utilizarán medidas de protección pero «sin exageración». Así, llevarán el «equipo básico», consistente en mascarilla, guantes, bata y «poco más», según Simón, quien añadió que la posibilidad de que los repatriados contagien a otras personas «es muy pequeña». Por ello, no es necesario un «aislamiento de gran nivel».