La nueva Ley de Tráfico que ha entrado en vigor el 21 de marzo ha supuesto, además del incremento de sanciones en euros y puntos de carnet, que los conductores tengan que adaptarse a un buen número de modificaciones y novedades en el reglamento de conducción. Pero esta nueva ley seguirá evolucionando en los próximos meses.

Uno de los grandes objetivos de la Dirección General de Tráfico (DGT) es la de conseguir una tasa de alcohol 0,0 entre los conductores para rebajar al mínimo una tasa de mortalidad al volante todavía alta y en la que el consumo de alcohol y otro tipo de sustancias estupefacientes tiene una alta incidencia.

El primer paso lo dará la DGT este verano. A partir del 6 de julio el alcoholímetro antiarranque será obligatorio en algunos de los vehículos que circulan por nuestras carreteras. Será el caso de los vehículos de transporte de viajeros y de mercancías peligrosas por carretera, cuyos conductores serán los primeros en tener que utilizar el Alcolock, el nombre que recibe este dispositivo que, poco a poco, se irá instaurando en los vehículos que estén preparados para su instalación y utilización inmediata. A partir del 6 de julio de 2024 también ya será de uso obligatorio para autobuses y otros vehículos de pasajeros y mercancías peligrosas de nueva matriculación.

¿Cómo funciona?

El Alcolock es un sistema de asistencia a la conducción que obliga al conductor a espirar aire en un etilómetro para medir los niveles de alcohol. En caso de que el test detecte una tasa de alcoholemia superior a los registros permitidos este dispositivo bloqueará el vehículo hasta que pase el tiempo necesario para repetir la prueba. Hasta que los niveles de alcohol no sean cero o estén dentro de los límites permitidos, el conductor no podrá arrancar el vehículo.