"Si lo necesitas cógelo": La viral iniciativa de un Asador de Pollos que regala comida a los más necesitados

El comentario en la calle es común: “Todo sube menos los sueldos”. Esta situación de inflación desbocada está provocando que un sector de la población que ya de por sí disponía de menos recursos pueda pasar verdaderas penurias para llenar su plato. Consciente del problema, el propietario del Asador de Pollos Real en Huércal (Almería) se ha propuesto hacer algo por los más necesitados: Regalarles comida.

A diario este establecimiento cuelga en redes sociales recetas que saca al exterior para que quien lo requiera pueda cogerlo a su antojo. Lo hace con el siguiente mensaje: “Si lo necesitas cógelo. Buen provecho. Sea cívico, si no lo necesitas déjeselo a las personas más necesitadas. ¡Gracias! Att. Asador de pollos Real”.

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Cuando Patxi no saca al exterior bandejas de pollo ofrece arroces u otras recetas, aunque todo empezó por una tortilla de patata: “Un hombre del pueblo entró al local llorando pidiendo algo para comer. Me metí para adentro, le hice una tortilla de patatas y se la di. Inmediatamente, cogí una mesa y la saqué a la calle con cuatro pollos. Mi mujer hizo el cartel y nunca pensé que iba a tener esta repercusión”.

Un contexto delicado

Cáritas y la Fundación Foessa ya advertían a finales del año pasado e inicios de éste en sendos informes de que la pandemia ha tenido un impacto “desolador” en la sociedad española, con once millones de personas en exclusión social y, de ellas, seis millones ya en situación de pobreza severa.

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También indicaban que 2,7 millones de jóvenes de entre 16 y 34 años se encuentran en exclusión social, y que se ha duplicado la precariedad laboral, que alcanza a casi dos millones de hogares. El Asador Real de Huércal de Almería lleva tres años funcionando en este pueblo de aproximadamente 18.000 habitantes. Y hace unas semanas colocó una pequeña mesa para volcarse con los más necesitados. “La gente está siendo muy cívica, muy humanitaria. Incluso nos compran pollos y ellos mismos los ponen en la mesa. Nadie se está llevando un pollo por la cara”, asegura Patxi. Desde aquí, nuestro más sincero aplauso.